MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Las lecciones empresariales de un optimista empedernido
Falleció esta mañana en Cali, Carlos Ardila Lulle, uno de los empresarios más importantes de Iberomérica con emprendimientos en sectores del deporte, alimentos, transporte, agroindustria, finanzas y medios de comunicación. La Organización Empresarial que presidía genera más de 40.000 empleos en todos los rincones del país
El tejido empresarial colombiano y el país, que fue el epicentro de la obra de Carlos Ardila Lülle, está de luto. Uno de los hombres más importantes para el desarrollo de la industria nacional, fundador de la Organización Ardila Lülle falleció este 13 de agosto en Cali, y si bien su partida genera tristeza, permite evaluar su legado, el cual construyó en más de seis décadas de trayectoria.
Nació el 4 de julio de 1930 en Bucaramanga, hijo del matrimonio entre Julio Ardila Durán y Emma Isabel Lülle Llach, quien tenía ascendencia alemana. Desde muy joven fue caracterizado por su espíritu emprendedor y su vocación de servicio, el cual forjó en el Colegio San Pedro Claver y posteriormente entró a estudiar ingeniería civil en la Universidad Nacional, de Medellín antes de comenzar a forjar su conglomerado empresarial, que derivó en una fortuna superior a US$2.000 millones, según Forbes.
Como muestra de su determinación, y de ser un hombre decidido, con tan solo 20 años se casó con la señora María Eugenia Gaviria, quien lo acompañó durante gran parte de su vida y fue una consejera de primera línea, que infortunadamente falleció el 30 de mayo de este año.
Fue un hombre de familia, padre de cuatro hijos: Carlos Julio; Antonio José; María Emma y María Eugenia, quienes siempre lo acompañaron durante su vida familiar y empresarial.
Este empresario bumangués siempre quiso generar valor en sus comunidad y entre sus allegados, razón que lo llevó a empezar en el negocio de las gaseosas en la década de 1950, en Gaseosas LUX, compañía de su suegro Antonio José Gaviria, de la que fue gerente de planta y donde lideró su expansión. Y fue inmerso en esa industria en la que, unos años más tarde participó en la generación de una fórmula exitosa de una bebida: la Manzana Postobón, que ha sido el ícono de esta compañía que hoy se ha transformado y sigue siendo referente en la industria de alimentos y bebidas colombiana.
Fue en 1968 cuando se convirtió en presidente de Postobón, después de adquirir esa firma, tras alcanzar el éxito y fusionarla con Gaseosas LUX, y desde esta posición comenzó a conquistar varias regiones del país a través de varios negocios, que lo convirtieron, como bien lo menciona una reseña del Banco de la República, en el industrial más grande del sector.
Tres décadas después, en medio de vientos de apertura comercial en Colombia, Carlos Ardila había consolidado una organización con más de ochenta compañías que eran el sustento de más de 40.000 familias que laboraban en alguna de estas compañías, que ya no solo estaban en el negocio de las bebidas, sino en otros sectores relacionadas con estas.
Por ejemplo, consolidó un papel protagónico en el negocio de los ingenios azucareros, con Incauca, que, según varios reportes, ayudó, junto a otras empresas, a que la Organización Ardila Lülle se conociera como la mayor productora individual de azúcar del mundo. Aunque su liderazgo y legado también se expandió a otros sectores a lo largo de los años con inversiones en textiles, con Coltejer, y medios de comunicación, mundo al que entró en 1972 con la adquisición de RCN Radio, y a la que posteriormente sumó RCN Televisión, que pocos años antes del 2000 se consolidó como uno de los canales privados de televisión abierta más importantes del país. Además, en 2008, le sumó la señal de su canal internacional NTN24.
Hoy su legado está latente en reconocidas empresas como Postobón, Iberplast, Incauca, Providencia, Peldar, Los Coches, Aress, RCN Radio, RCN Televisión, Win Sports, el Diario La República, Atlético Nacional entre otras que han sido cruciales en medio de la recuperación económica del país, tras haber sufrido la mayor recesión económica de la historia reciente a causa de la pandemia del covid-19.
Hace unos años el Diario Portafolio destacó la vida y obra de Ardila Lülle y en medio del homenaje, su hijo Antonio José, expresó unas palabras que son dignas de recordar: "su vida y obra le ha traído gran satisfacción a él y a su vez ha traído muchas cosas importantes, y espero que lo que ha ejecutado y la manera en cómo lo ha hecho sea un ejemplo para los emprendedores y los empresarios de este país, que viendo el ciclo que hemos visto esta noche de maravillosas empresas da una seguridad muy grande de que aquí seguimos triunfando y que el país seguirá siendo mejor siempre”.
La partida de Carlos Ardilla Lülle ha dejado un profundo dolor en el país, y muestra de ello es que expresidentes como Álvaro Uribe Vélez, como el actual mandatario, Iván Duque, han exaltado su labor y legado en el empresariado y progreso de nuestro país. Siempre recordado por una visión inigualable, que ha contagiado a muchos de los jóvenes emprendedores y empresarios que hoy son protagonistas en el país.
Durante su vida fue merecedor de varias condecoraciones, entre las que se destacan La Orden de Boyacá, en categoría de Gran Cruz, la nacionalidad española, la Orden de la Democracia y exaltaciones por parte de los municipios de Bucaramanga y Medellín, además del reconocimiento de “El Empresario del Siglo XX", distinción otorgada por once decanos de las principales Facultades de Administración de Empresas del país, señala el Banco de la República en una de sus reseñas.
Además del conglomerado empresarial que forjó en más de 50 años de trabajo constante, deja un sinnúmero de obras y bienestar para millones de colombianos que se vieron beneficiados con su labor filantrópica.
Además del conglomerado empresarial que forjó en más de 50 años de trabajo constante, deja un sinnúmero de obras y bienestar