¿Qué puede pasar con las renovables en el país?

Y es que a pesar de que es necesario que el Ministerio de Minas y Energía y entidades como la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (Anla) estudien las barreras naturales que se pueden estar presentando en el mercado y que no permiten el desarrollo de estos proyectos como ha ocurrido en otros países del continente, también es bueno que las compañías analicen la manera en la que realizan los procesos que más se les complican; como la relación con las comunidades.

Para el primer caso, la Upme ha encontrado que los procesos de licenciamiento siguen siendo el cuello de botella de las inversiones en el país, y que a pesar de que entidades como la Anla se han modernizado la ausencia de requerimientos técnicos específicos para la interconexión y operación, y las necesidades en materia de desarrollo de infraestructura (principalmente en líneas de conexión) se vuelven una puerta cerrada para la inversión extranjera.

Tanto así, que proyectos que estuvieron aplazados por meses y que eran absolutamente necesarios para el sistema solo salieron adelante con la mano del vicepresidente, Germán Vargas Lleras o el ministro de Minas, Tomás González, que según los empresarios han sacado la mitad de obras del país.

No obstante, también las empresas tienen que ver que los procesos de comunidades que realizan no son los mejores, ya que no logran organizar los procesos de consulta previa y negociación. De forma que por meses sufren frenos en las áreas de influencia y obviamente aumento significativo de los costos. Por lo que según varios expertos, las compañías deben buscar un acercamiento real a la gente y no asistir simplemente con un cuestionario una vez cada cinco años o cada vez que se les presente una huelga para mejorar la relación. 

Es bueno recordar que cuando las comunidades involucradas en los proyectos también sienten interés y pertenencia por la empresa.