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Camacol pidió retirar el arancel de 10% a importaciones de acero desde países sin TLC, lo que, de acuerdo con las siderúrgicas nacionales, pone en riesgo la industria local
Este año se han visto cifras récord en las ventas de viviendas en el país, lo que ha generado que haya un gran impulso para el sector de la construcción. No obstante, la gran demanda que se vio por la reactivación de obras generó un desabastecimiento global de materiales como el acero para concreto.
Esta es la razón por la que los precios del acero han crecido. De acuerdo con Edwin Chirivi, vicepresidente técnico de Camacol, en los últimos meses los precios en el país han aumentado 45%. Esto, podría poner en riesgo las iniciaciones de proyectos.
Las siderúrgicas confirman que hubo una escasez de materias primas que llevó al incremento. No obstante, señalan que se está normalizando.
Estas dificultades han llevado a los constructores a pedir que se retire el arancel de 10% a las importaciones de acero de países sin Tratado de Libre Comercio. De esta forma, las constructoras no se verían forzadas a detener las iniciaciones de proyectos hasta que los precios se normalicen.
La propuesta no caló bien entre las siderúrgicas, que argumentan que podría acabar con la industria nacional. “Sabemos que hay una preocupación de los constructores por el precio, pero este no es un problema solo del país, sino global”, afirmó Marcela Mejía, gerente general de Sidoc.
“Para la industria colombiana del acero, el país cuenta con el abastecimiento para garantizar los incrementos de la demanda del sector construcción, hecho que se soporta en la capacidad instalada”.
“Si la cantidad de producto que entra ayuda a bajar los precios, sería bueno. La política comercial es la que debe encontrar la salida para que no se afecte la industria nacional de acero”.
Dentro de los puntos que señalan las empresas productoras se encuentra que hay industria nacional suficiente. Entre enero y agosto, el país produjo 948.858 toneladas del material y estima poder generar las 2,6 millones de toneladas anualmente para suplir la demanda.
María Juliana Ospina, directora ejecutiva del Comité de Acero de la Andi, aseguró que, incluso, si el país no estuviera en capacidad de abastecerse, de los países con TLC se podrían importar 127 millones de toneladas. Camacol asegura que la intención es que los precios bajen para que la reactivación del sector siga su curso. “No somos una contraparte del sector siderúrgico”, apuntó Chirivi.
Agregó que las iniciaciones de obra se han detenido, pues estos aumentos han llevado a que las utilidades de proyectos de vivienda VIS se reduzcan 80% y hasta 0,86% de los ingresos.
Los industriales afirman que la normalización de precios ya se está viendo y que en 2022 podría caer. “Para 2022 se prevé una caída de 18% en el precio internacional de las barras de acero”, aseguró Luis Alfredo Reyna, gerente de Grupo Siderúrgico Reyna.
Jefferson Marko, presidente ejecutivo de Gerdau Diaco, señaló que el país no puede tomar decisiones de fondo basados en la coyuntura, ya que acabaría con los esfuerzos para posicionar la industria local.
Mientras las empresas siderúrgicas advierten que la eliminación de este arancel podría acabar con la industria nacional, Chirivi afirma que el Comité Triple A del Ministerio de Comercio deberá evaluar esta situación para encontrar una salida, como el retiro temporal del arancel.
Camacol estimó que 1.711 etapas de proyectos de vivienda de interés social no ha iniciado construcción en parte por los altos precios del material. Ante este panorama, el Comité ya sesionó en jornadas pasadas y se espera que dé a conocer su decisión en los próximos días.
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