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Renault-Sofasa espera aumentar su producción, pese a las crisis globales en la industria automotriz. Lo hará, bajo la dirección de su nuevo ceo, Ariel Montenegro
El sector automotor está pasando por un momento de afectación comercial y operacional en todo el mundo, siendo una de las industrias que más ha sentido el impacto de la suma de elementos que se han configurado en el panorama reciente de crisis global. La pandemia, que afectó la capacidad de producción de vehículos nuevos por el cierre temporal y definitivo de varias fábricas; la afectación en la cadena de suministro, por la congestión portuaria; y ahora, la guerra entre Ucrania y Rusia, que golpea la comercialización de insumos claves para producir carros, son algunos de los factores que tienen hoy por hoy a las casas matrices del mundo con baja capacidad de maniobra para responder a la demanda.
Pero las empresas están respondiendo. En ese contexto se enmarca la llegada del nuevo director general de Renault-Sofasa en Colombia, Ariel Montenegro, quien desde la filosofía estratégica de la “Renaulution”, buscará hacerle frente a estas crisis globales. Por ejemplo, buscará fortalecer la operación de sus proveedores locales. Con esto, el nuevo CEO espera conseguir un crecimiento de la marca para este año de 10% en el país.
¿Cómo recibió a la compañía en términos de ingresos y producción al cierre de 2021?
Renault en Colombia terminó con un crecimiento hacia el final del año interesante, luego de que disminuyeran los efectos de la pandemia. Logramos producir 39.900 vehículos en nuestra planta de Sofasa en Envigado. Con esos resultados, nos seguimos posicionando como el principal productor y exportador de carros en Colombia.
¿Cuántos autos exportaron el año pasado?
Exportamos un poco más de 11.000 vehículos a 14 países de Latinoamérica. Nuestros principales destinos fueron Ecuador; segundo, México; tercero, Chile, y por último Argentina. A nivel comercial terminamos con un poco más de 45.000 unidades vendidas. Fuimos líderes del mercado, por cuarto año consecutivo. Fue un año positivo en términos de recuperación, respecto a 2020, que fue un tiempo duro para nosotros y nuestra red de distribución. Ya hemos logrado registrar, levemente, cifras por encima de la línea de flotación. No tuvimos un volumen a niveles de prepandemia, pero sí hubo crecimientos con respecto a 2020.
Puntualmente, ¿cómo los ha impactado las actuales crisis globales que sufre la industria?
Una realidad a nivel mundial es que hoy la demanda de vehículos está por encima de la oferta, esto hace que todo el sistema esté bajo tensión. Nosotros ahora estamos trabajando con niveles de stock muy bajos, pero estamos tratando de reducir los tiempos de espera de nuestros clientes. Esto nos afecta los volúmenes, porque podríamos estar produciendo más carros de lo que estamos haciendo ahora.
Teniendo en cuenta su participación de mercado en Rusia, ¿cómo lo ha afectado la guerra en Ucrania?
Más de 90% de los vehículos que producimos en Rusia, se quedan allí. Esto quiere decir que el impacto es local, que la crisis en Rusia no impacta la producción en otros países. Es decir, estamos protegidos.
Ustedes han integrado al interior de la compañía una filosofía estratégica que se llama “Renaulution”. ¿De qué trata, y cómo a partir de esta esperan sortear los desafíos que actualmente enfrenta la industria?
Somos una industria que tiene ciclos de inversión relativamente largos: desde la toma de decisiones hasta la llegada de un producto a las manos de nuestros clientes, pueden pasar más de tres años. Por lo que este es un año clave para definir el “Renaulution” en Colombia; para saber cuál es el rol de la filial Sofasa. En cómo va a brindar a sus clientes mayor competitividad, desde el punto de vista comercial e industrial.
Sin duda, uno de esos desafíos en competitividad y oferta, estará en el mercado de vehículos híbridos. ¿Qué nuevos proyectos tendrán en esta materia?
Sí. El desafío está en cómo responder a un mercado que evoluciona por la necesidad de alcanzar la carbono neutralidad: ahí queremos contribuir a liderar la transición energética en Colombia. Por otro lado, estamos evaluando permanentemente las opciones de productos sostenibles, que tenemos a nivel global, para traer al país.
¿Evalúan algún tipo de inversión en la planta de Envigado para prepararla para la producción de eléctricos?
Aún no lo podemos afirmar. Estamos estudiando proyectos de inversión. La apuesta es mantener la sostenibilidad, y si un vehículo eléctrico cumple esas condiciones, se dará.
Andemos indicó que, para febrero, varias marcas reportaron bajas de ventas, por las crisis globales. Particularmente, ¿a ustedes cómo les fue?
Nosotros en ese mes cumplimos los volúmenes que preveíamos. Pero, sí, tuvimos una dificultad en la disponibilidad de vehículos, que no llegaron en febrero, sino hasta marzo, por problemas en el transporte marítimo. Sin embargo, la posibilidad de mantener la capacidad de producción en nuestra planta en Envigado, con cuatro de nuestros vehículos más vendidos, nos dio cierta flexibilidad para mantener en enero y febrero los volúmenes pronosticados. Y lo más importante, mantener nuestra participación de mercado que es de 20%.
¿Cómo está la producción en la planta de Envigado? ¿Operan ya con normalidad?
En la planta estamos operando por arriba de 55%, con la producción de 200 vehículos por día.
¿Cómo arrancaron en 2022?
Iniciamos con una proyección de crecimiento del mercado doméstico de 10%. Esperamos comercializar 250.000 unidades de vehículos en el segmento de carros utilitarios y livianos. En torno a la parte industrial, esperamos crecer 10% 0 15%. Esperamos en el segundo semestre aumentar nuestra capacidad de producción y tener volúmenes de exportación adicionales. Pero, la situación es inestable, y puede variar este pronóstico.
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De acuerdo con cifras del Runt y cálculos de Andemos, en febrero se matricularon 19.219 vehículos nuevos, lo que representó una caída de 2,4% con respecto al mismo mes del año anterior, cuando se matricularon 19.689 unidades. En lo corrido del mes, se destacaron los segmentos de automóviles con 7.431 registros, seguido por Utilitario, con 6.485 unidades, y Comercial de carga menor a 10.5T, con 1.766 unidades, y variaciones de 11,8%, 24,5% y 88,9% respectivamente frente al año anterior.
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