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Cerró el primer trimestre con ingresos por $3,6 billones y $1,2 billones de manera consolidada, lo que le brinda flexibilidad financiera
Desde el inició de la pandemia, Grupo Argos definió como su máxima prioridad la salud y el bienestar de sus colaboradores. Adicionalmente, y con el ánimo de mitigar los impactos de la coyuntura en las comunidades más vulnerables, la empresa aportó más de $13.000 millones destinados a la salud. En Inside con LR, el presidente de la compañía, Jorge Mario Velásquez, habló sobre los aportes que han hecho al país y los planes de Argos luego de la crisis sanitaria.
¿Cómo le fue a Grupo Argos este primer trimestre?
El primer trimestre fue un trimestre desde luego atípico por el efecto del covid-19. Eso hizo que la dinámica positiva de crecimientos que teníamos cercanos al 9% hasta febrero se haya impactado por una desaceleración mayor en marzo.
Los ingresos estuvieron alrededor de $3,6 billones, lo que demuestra que se mantienen relativamente estable, tal vez con una disminución de 2,5%, El Ebitda totaliza $820.000 millones y la utilidad neta tuvo una disminución importante, bajando a $26.000 millones, 88% menos. A esta ganancia le impacta asimétricamente el resultado de las inversiones del portafolio que tiene el Grupo Argos en el sector financiero y asegurador; sin embargo, yo creo que el resultado se mantiene positivo.
¿Cómo está en el negocio cementero?
Mantuvo una dinámica bastante positiva en Estados Unidos. El 58% del ingreso viene de la operación de Argos en este país. Ese negocio operó básicamente al 96% de su capacidad. En Colombia la operación estuvo parada totalmente en abril, excepto por las plantas de Río Claro y de Cartagena que se utilizaron para atender las obras de infraestructura. Cuando se libero la cadena de construcción, a finales de abril, empezamos a operar de acuerdo con los protocolos y las autorizaciones del Gobierno. Normalmente en Colombia se venden alrededor de 420.000 toneladas y la disminución durante abril fue de 230.000 toneladas.
¿Cómo va el negocio de energía?
En este caso está teniendo un comportamiento, no solamente resiliente, sino positivo. Este negocio tiene dos grandes divisiones, una de generación y una de distribución y comercialización.
El año pasado hicimos un movimiento estratégico y fue hacer una desinversión de una planta de generación térmica en Barranquilla y simultáneamente hicimos la adquisición de los activos de distribución en el Tolima. Eso permitió pasar de tener 550.000 clientes a doblar el número.
La generación se mantiene alrededor de los 1.800 GWh, los precios de bolsa han permanecido saludables; entonces el negocio incluso tiene un crecimiento importante en los ingresos de 11% y el Ebitda de 22%; de manera que Celsia viene con unos muy buenos resultados, una transformación del negocio, no solo entre distribución y generación, sino con una matriz cada vez más importante de energías renovables no convencionales.
¿Ven riesgo de racionamiento de energía?
Hay una disminución relevante en el nivel de los embalses, nosotros estamos en cerca de 34% y el país en 32%; pero de acuerdo con la información que tenemos no hay una posibilidad grande de un fenómeno del Niño o de la Niña. Sí hay una situación de una alarma moderada, pero creo que el país tiene una estructura que es una garantía de estabilidad en el largo plazo y que no hay las condiciones para un racionamiento de energía. Hay que cuidar el agua, y ya se está discutiendo una regulación para dar más certidumbre al sistema.
¿Cómo va el negocio de concesiones?
En vías, tenemos distintos territorios y países, algunas en proceso de construcción como el caso de Pacífico 2, que es una autopista de cuarta generación que estaría lista a más tardar en el primer trimestre de 2021, y otras que están ya en operación y mantenimiento en Colombia, en República Dominicana y en Haití.
En aeropuertos, el Aeropuerto El Dorado de Bogotá en donde Odinsa tiene el 65% de la propiedad y el Aeropuerto Mariscal Sucre que está en la ciudad de Quito en Ecuador, esas dos verticales tienen afectaciones distintas no solamente en marzo, sino en abril. El negocio de aeropuertos, como es de público conocimiento, tiene suspendidos el tráfico de pasajeros, de manera que, por ejemplo, el Aeropuerto El Dorado opera hoy alrededor del 45% en carga, e igual suerte está teniendo el Aeropuerto Mariscal Sucre, pero esta disminución de trafico de pasajeros es muy relevante. Para dar un ejemplo, en El Dorado que movía normalmente alrededor de millones de pasajeros al mes, las disminuciones al primer mes son del 98%.
¿Están listos para reabrir el aeropuerto El Dorado?
Aún no tenemos la fecha para la apertura del aeropuerto El Dorado, esto depende del Gobierno, que también tiene muchas tareas allí, pero nosotros ya estamos preparados para la reactivación. Estamos totalmente listos para garantizar el reinicio de las actividades bajo los protocolos que determine el Gobierno.
¿Cómo han reaccionado ante el covid, ¿qué inversiones han aplazado?
Tenemos inversiones, como los estudios del segundo aeropuerto en Cartagena o la ampliación del de Bogotá que hemos decidido aplazar hasta tener una mejor visibilidad de las condiciones. En total, hemos aplazado gastos por $1,36 billones y hemos accedido a $1,1 billones en líneas de liquidez, lo que nos da unos $2,4 billones en liquidez para este momento.
¿Cuál ha sido el aporte social del Grupo Argos?
Decidimos organizarnos en cuatro líneas: garantizar la estabilidad de nuestros colaboradores , garantizar el trabajo de todos los colaboradores directos e indirectos de la compañía, seguir con la continuidad de nuestros negocios y la cuarta dimensión era cómo podíamos ser parte de la solución. En total, hemos destinado $16.500 millones, unos $13.000 millones al sistema de salud en varias regiones, pero más que un ranking de empresas, siento que esto es un momento de solidaridad generalizado en el empresariado colombiano. Creo que hemos visto la expresión de solidaridad empresarial más grande en la historia de este país.
¿Qué impacto han visto en el comportamiento de las acciones y qué ha pasado con la recompra por $400.000 millones?
Hoy la junta ha considerado esperar un poco en tiempo en el que las condiciones estén más claras, los recursos hoy están mayoritariamente comprometidos para mantener la continuidad y la sostenibilidad de los negocios.
Ahora, como reflexión, tenemos que acelerar una iniciativa y es que nuestras acciones, más allá del Mila, se puedan listar simultáneamente las bolsas de Chile y de Perú para poder triplicar la oferta y demanda de nuestro mercado de valores; y también creo que es importante revisar los topes regulatorios que tienen los fondos de pensiones para comprar acciones. En un momento como este, podrían tomar las oportunidades que están dejando los fondos internacionales.
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