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Jorge Mario Velásquez, resaltó que durante su periodo en la presidencia de Grupo Argos, los dividendos al accionista se multiplicaron 2,5 veces
Jorge Mario Velásquez dejará la presidencia de Grupo Argos en marzo de 2026 y bajo su administración, la compañía alcanzó varios hitos relevantes. Su historia con la organización se prolongó por 42 años y, tras llegar como practicante de la Universidad EIA, terminó convirtiéndose en un líder que dejará más de $50 billones en activos bajo gestión.
Pasará a la historia porque, bajo su cargo, Grupo Argos terminará con el histórico enroque accionario que mantuvo con Grupo Sura por más de cinco décadas. A propósito de esa operación, destacó que será una de las más grandes que se haya visto en el mercado de capitales de Colombia, pues ronda una cifra de $17 billones.
En Inside LR resaltó que, durante su periodo, los dividendos al accionista se multiplicaron 2,5 veces y el crecimiento del patrimonio para esos propietarios ha sido de 22% a una tasa compuesta.
Resaltó nuevamente los planes para fortalecer el portafolio con las verticales de aguas e infraestructura digital. En ambas ya se están dando los primeros pasos y reveló que, en el negocio de cementos, están contemplando el desarrollo de una plataforma de agregados en EE.UU.
Es una historia larga, de 42 años. Empecé como practicante en el último año de la universidad. Yo estudié ingeniería civil en la Universidad EIA y estando en el último semestre, hubo una convocatoria para realizar una práctica en Argos, la cementera.
Fui escogido para hacerla y de ahí en adelante me enamoré de esta organización que me ha llevado por diferentes posiciones: primero, en el negocio de concreto, expandiéndolo en toda Colombia. Estuve como presidente de Cementos del Nare antes de su fusión.
Fui presidente de Cementos Paz del Río. Eso me trajo a vivir en Bogotá durante 10 años muy felices de mi vida; fui vicepresidente de logística para todas las operaciones de cemento en el Caribe e igualmente presidente de Cemento Argos durante unos años; y finalmente fui presidente del grupo. De manera que he tenido 42 años llenos de alegría, de realizaciones y de haber recibido cosas maravillosas de esta organización y de su gente
Nadé competitivamente durante muchos años. Fui un nadador disciplinado, pero no brillante, para decir la verdad. Representé a mi departamento varias veces en campeonatos nacionales y la natación me dio muchas alegrías, me dio la fortuna de conocer a la que hoy es mi esposa hace 50 años.

La dejé por allá en 1984, cuando iniciaba la carrera. La natación es un deporte muy lindo, pero a nivel competitivo muy exigente porque exige una jornada de entrenamiento en la mañana, entre 4:30 y 6:00 a.m, de ahí salga para el colegio, vaya al colegio, llegue en la tarde y otra vez entrene de 5:00 de la tarde a 7:30 de la noche y llegue fundido a hacer las tareas. Uno en el colegio lo pasa, pero en la universidad fue bastante más difícil.
Mirando hacia atrás, yo creo que no hay necesidad de abandonar los deportes y tal vez muchos deportistas truncan sus carreras deportivas en esos momentos, pero hay que buscar cómo adaptarse a las dos cosas y tener un poquito de facilidades en el estudio. En fin, entré una universidad muy exigente y tomé la decisión en su momento de dejarlo.
Yo creo que fui afortunado porque llegué a una organización llena de valores y de principios que hicieron clic con los míos. Tuve una gigantesca oportunidad de haber llegado a una organización que tenía una forma muy disciplinada de ver los negocios en lo financiero, muy estricta en cómo retornar valor a sus accionistas, pero también con una convicción enorme de unos valores y principios de trascendencia, de impacto en la sociedad, de respeto por las personas, de ética, que no solamente comparto y compartí, sino que me inspiraron a mí y han inspirado a muchos.
El doctor Adolfo Arango, en sus principios, fue un hombre extraordinario que llevó esta organización a unos niveles muy lindos. También José Alberto Vélez y muchos con los que tuve el privilegio de trabajar y siempre con una característica muy particular, y es que quienes hemos estado al frente de estas organizaciones tenemos un tiempo finito de servicio, en el que le entregamos todo lo que tenemos, pero también con una convicción de que hay que trabajar sobre lo construido.
Creo sinceramente que la estructura mental, la preparación, la visión y el balance entre distintas aristas del quehacer, son mucho más potentes en los líderes empresariales jóvenes que, han tenido además unas oportunidades maravillosas de internacionalización, de sensibilización hacia aspectos de equidad, de cuidado de lo ambiental y de responsabilidad en lo social.
Esa integralidad de los jóvenes es extraordinaria. Yo creo de corazón que nos llevan leguas de ventaja. Todos los aprendizajes de las personas que hemos transcurrido un tiempo largo en una posición son valiosos porque son, en la medida de lo posible, experiencias que se transmiten para evitar errores, para aprender de las ejecutorias.
La visión fresca, nueva, disruptiva, globalizada, sensible de los jóvenes es muy potente. Yo invito a los jóvenes a sentirse orgullosos de lo que son, a sentirse claramente partícipes y líderes de la transformación de los países, de las empresas y a seguir innovando, a seguir emprendiendo.
Cuando uno mira la cantidad de emprendimientos que hay en Colombia, la magnitud y el potencial de sus emprendimientos, queda simplemente maravillado. Yo no tengo sino admiración.

Es muy muy difícil un no hablar de su legado. Es es medio medio aburridor. Suena muchas veces como petulante. Y yo tengo que arrancar por decir que una organización de 91 años no la construye una persona y no se construye en un año ni en dos ni en cinco. Se construye en 90. Y esos 90 implica el trabajo de mucha gente. Mucha gente que con la mejor información, con las mejores señales de mercado y oportunidades, en su momento, tomaron las mejores decisiones para esta organización y paso a paso se fue construyendo una compañía muy linda, una compañía que tiene $50 billones o más de activos para manejo, que está en 17 países.
Si uno pudiera dividir ejecutorias colectivas, pero que me han tocado a mí, digo que hay varias; unas financieras, unas estratégicas y otras de impacto. Las financieras son las más fáciles, no necesariamente las más importantes, pero cuando yo llegué a esta organización la utilidad controladora neta era del orden de $650.000 millones, el año pasado fue de $7,4 billones.
Los dividendos los multiplicamos por 2,5 veces. Y cuando uno mira en un periodo largo de 40 años, el crecimiento del patrimonio de los accionistas ha sido a una tasa compuesta de 22%. Esta organización hoy queda sin deuda neta consolidada en todas sus empresas. Teníamos $13,5 billones hace pues 10 años.
De manera que en lo financiero hay una organización muy sólida, muy fuerte que tiene en la desinversión del negocio de Cemento (venta de acciones en Summit Materials) cerca de US$3 billones, que son unos recursos pues muy importantes para construir un futuro.
En el tema estratégico, yo creo que la terminación de las participaciones cruzadas con Grupo Sura que estamos en esta momento en la mitad de la ejecución, es un factor que le entrega directamente a los accionistas $10,8 billones de valor de acciones que directamente la compañía tenía hoy se las entrega a sus accionistas.
Hago un paréntesis, la operación de Cementos de la semana pasada, que ya se ejecutó, significó un crecimiento patrimonial de sus accionistas de cerca de $800.000 millones en una semana. Yo espero que la operación de Grupo Argos y Grupo Sura sea igualmente virtuosa.
También creo que hay un otra serie de hitos: el crecimiento de la inversión en Estados Unidos, la desinversión por 4,1 billones, es muy importante. La llegada de socios internacionales de primer nivel a Grupo Argos, abre unas posibilidades enormes de poder acometer no solamente un pipeline de proyectos muy nutrido, de cerca de $40 billones, sino también de buscar nuevas avenidas de crecimiento en otros sectores que seguramente hablaré mucho. De manera que en lo en lo estratégico me siento muy tranquilo.
Yo diría que en algo que la gente normalmente define como blando, que para mí es supremamente importante, y que son los valores, los principios y el porqué hacemos empresa, esta organización tiene hoy una cultura, unos principios y unos valores metidos en su ADN, metidos en su sangre, metidos en la cultura empresarial.
De manera que más allá del efecto de haber tenido las participaciones cruzadas, siento que las organizaciones ya están fortalecidas, grandes, potentes, pero con una cultura y una conciencia del rol de la empresa privada en la construcción de una mejor sociedad.
Esta organización ha sido reconocida por 10 años, de manera consecutiva, en el Dow Jones Sustainability Index como una de las más balanceada, digamos, en esa visión de ambiente, sociedad y gobierno, algo que me deja muy muy tranquilo. Entonces, uno puede hacer un montón de cosas aquí y allá, pero yo diría que en la integralidad, es una organización muy bonita, muy muy potente, que queda muy fortalecida a futuro.

Muy importante y paremos ahí un segundito. La reacción ha sido muy positiva desde varios aspectos.
Primero, la totalidad de los analistas que siguen la acción han recomendado el aumento de los precios objetivos. Segundo, la reacción de la acción de Cementos la semana pasada: Cementos Argos entregó a sus accionistas 28,4 millones de acciones de Grupo Sura. Y cuando uno mira en una semana, el valor que esos accionistas tenían en acciones de Cementos Argos versus el que tienen hoy, más la porción que les correspondió del Grupo Sura, creció $800.000 millones. De ellos, le corresponden a Grupo Argos, como accionista mayoritario de Cementos, $430.000 millones, pero se generaron $800.000 millones de valor en una semana.
Y lo que vamos a hacer es transferirle a los accionistas de Grupo Argos —y Grupo Sura hará lo mismo con los propios— una cantidad de dinero muy importante en acciones de las otras compañías. Tal vez, es una de las operaciones de mercado de capitales más grande que se haya hecho en Colombia, porque ronda los $17 billones. Entonces, ha sido muy potente.
Yo creo que lo más relevante también, sobre el mercado del mercado, es cuando uno considera cómo van a quedar estas compañías: Grupo Argos va a quedar con 40.000 accionistas, sin un controlante, con mucho mayor flotante en el mercado.
Eso va a hacer que estas organizaciones, y sus acciones, sean mucho más susceptibles de conformar los índices globales, donde ya entraron tanto Cemento Argos como Grupo Sura y Grupo Argos. Toda esta inclusión en estos índices, que es potencial, no garantizada, que se da en la medida en que hay mayor flotante, mayor crecimiento, mayor democratización, va a tener un efecto virtuoso no solamente para las acciones, porque va a atraer nuevos inversionistas, sino que seguramente generará una buena dinámica de precio en el largo y mediano plazo. Pero también va a sacar a Colombia un poco de ese fantasma que teníamos de ser declarados como mercado frontera, cuando no hay sino, tal vez, menos de tres constituyentes de esos índices del MSCI global.
Quiero aprovechar para hacer un reconocimiento sincero, a la forma como la superintendencia financiera de Colombia, en cabeza del profesor César Ferrari, manejó esta operación de manera profesional, transparente, entendiendo las implicaciones positivas que tenía para el mercado de valores, de manera que yo espero que esto sea bueno para los accionistas, para las compañías y para el mercado público de valores.
Abordo los dos primeros, que son un poquito más de largo plazo y después entro en el pipeline de los proyectos que tenemos en Colombia, básicamente, y algo en el Perú. Nosotros estamos viendo dos sectores de infraestructura muy atractivos para profundizar en ellos. El primero es agua.
La cadena del agua tiene muchos tipos de negocios, instalación es uno, después uno puede tener agua en bloque, agua rural para riego, puede tener distribución de agua en los hogares y puede tener tratamiento de aguas y reúso. Nosotros decidimos entrar en las dos puntas: lo que es instalación y lo que es tratamiento y reúso.
Decidimos hacerlo en una geografía que incluye Chile, Perú, Colombia y México. Cuatro países que tienen un potencial enorme para estos dos sectores. Es una discusión que se basa también en una cosa, a veces, medio contraintuitiva y es que creemos que el agua es demasiado abundante y la verdad es que no.
De ese 100% de agua disponible en este planeta, 97,5% es agua salada y 2,5% es agua dulce, pero no toda asequible al ser humano para consumo. Las Naciones Unidas han dicho que hay cerca de 2.400 millones de seres humanos en el planeta que viven en países o en regiones con estrés hídrico. Entonces, el agua es un recurso escaso.
Y el agua, tratada desalinizada para uso de operaciones mineras en ciertos países, en el norte de Chile, en el sur de Perú, en algunas regiones de Colombia y México, es una inversión muy parecida a las concesiones, grandes inversiones de capital, mucha experticia en funcionamiento o trato de largo plazo. Entonces, ahí vemos una avenida muy importante.
Lo otro es tratamiento y reúso. ¿Cómo se tratan las aguas para ser reutilizadas en distintos propósitos? Ahí vamos a hacer una inversión, vamos a ir creciendo, así como lo hicimos en Odinsa en las otras verticales y queremos ser un jugador relevante en ese aspecto de la mano de algunos socios en el futuro.
Lo otro es la infraestructura digital. Hoy en el mundo hay un boom en el tamaño de las inversiones que se requieren en infraestructura digital. La infraestructura digital no es solamente call centers o cloud computing o entrenamiento de machine learning, es también lo que se está generando para el entrenamiento de los algoritmos de inteligencia artificial. Y voy a parar en dos cositas que son muy importantes en ese negocio. Primero, la magnitud: Las inversiones que se prevén en en infraestructura digital para esto de la inteligencia artificial rondan entre US$800 billones y US$990 billones. Solo Microsoft y Amazon Web Services han señalado inversiones alrededor de US$10 billones en América Latina.
A mí lo que más me impresiona es la magnitud del consumo de energía que requieren estos data centers. Una cifra que me dio alguien que me impactó: hacia 2026 o 2027, no me acuerdo bien cuál de los dos, la energía que se van a consumir los centros de inteligencia artificial equivale a 1.000 teravatios hora. Eso son 12 veces el consumo de Colombia de energía.
Entonces, yo creo que ahí existe una oportunidad de inversión en una infraestructura naciente, y va a haber inversiones no solamente en Estados Unidos y en Europa, también en América Latina. La latencia es muy importante, que esos centros estén cerca del sitio donde se utilizan. De verdad que esa es otra avenida de crecimiento muy importante que estamos empezando a explorar.
En Colombia, para terminar, hay cerca de $40 billones de un pipeline en energías renovables. En Celsia hemos acometido un liderazgo importante con los 150 megavatios instalados y un pipeline para llevarlos a 1.000 muy rápidamente este año. Estamos abriendo un fondo de capital privado en Perú para construir un parque eólico de 230 megavatios.
Vamos a mirar con mucho detalle y entusiasmo un breakthrough que está dándose en la industria de energía, que es el almacenamiento a gran escala. Las baterías de almacenamiento a gran escala. En Odinsa, hay proyectos también muy interesantes, la ampliación del aeropuerto El Dorado que ya está en una etapa de factibilidad. Es un aeropuerto que hoy es el primero en carga y en pasajeros en América Latina. Tenemos que sentirnos muy orgullosos en Colombia de eso.
Son 47 millones de pasajeros, pero ya opera a plena capacidad. Estos días hicimos entrega de una ampliación por $110.000 millones de pesos, tal vez en siete posiciones de parqueo y algo de terminal, pero eso no es suficiente. Necesitamos llevar ese aeropuerto, y estoy hablando como país, a un nivel distinto. Y nosotros esperamos ser exitosos en la presentación de esta propuesta y ojalá ser adjudicatarios.
Es una inversión de US$3.200 millones. O sea que es una apuesta de largo aliento en el país, en la que seguramente habrá que competir con muchos y estamos dispuestos a hacerlo. También está el segundo aeropuerto de Cartagena o el aeropuerto que reemplaza al Rafael Núñez en Bayunca. Hay una serie de vías importantes, la Perimetral de La Sabana, la ampliación del Túnel de Oriente en Medellín, que es una obra de capital privado en una concesión que otorga la Gobernación de Antioquia, que requiere una inversión cercana a los $2 billones. Igualmente, está Conexión Centro que es un complemento importante de la conectividad del Pacífico al centro del país.
Entonces, hay una cantidad de proyectos interesantes que estamos muy entusiasmados de impulsar.

Sí. En aguas hay ya algunos prospectos en los que estamos avanzando. No no puedo revelarlos porque están todavía en fases de estructuración, pero sí hay un par de iniciativas que nos den una primera plataforma ya para empezar a construir sobre ella.
En el tema de infraestructura digital estamos empezando conversaciones con algunos jugadores. La semana pasada estuve en Nueva York hablando con distintos actores y yo creo que ahí hay una cosa que hay que estructurar; es de un tamaño gigantesco, requiere cuidado, requiere un trabajo que no es solamente de Grupo Argos o sus negocios, sino también de un conjunto con otros proveedores de capital, socios, los mismos hyperscalers que se llaman estas compañías que están invirtiendo en los data centers, pero queremos mirarlo con mucho entusiasmo.
Sí, el negocio de cemento es un negocio que dio origen a este grupo. Es un negocio con un potencial de crecimiento también muy importante. El consumo per cápita de cemento en Colombia son 250 kg por habitante en un año. En América Latina son 300. Entonces, es 20% más. Y un país que está invirtiendo en vivienda masiva y en infraestructura, puede consumir alrededor de 800 o 1.000. Es decir, ese es un negocio con un potencial muy grande. Con Cemento Argos hemos construido una plataforma de 16 países. Eso nos otorga una ventaja muy importante: la conectividad entre esos mercados mediante exportaciones, mediante trading, mediante ciclos distintos. Por ejemplo, cuando Colombia cae, pues República Dominicana sube y eso nos da una estabilidad y un crecimiento muy importante.
Hoy estamos explorando el cemento una avenida también que yo veo maravillosamente potente y es el desarrollo de una plataforma de agregados en Estados Unidos. Eso parte por tener operaciones en el Caribe y en Colombia de exportaciones a Estados Unidos y otras operaciones locales en el negocio de agregados, hay algunos avances importantes. Ahí vamos a invertir alrededor de US$200 millones de de los recursos que tenemos. Yo creo que la desinversión en Estados Unidos fue muy rentable para nuestros accionistas. Nosotros desinvertimos en US$4,1 billones, una posición que fuimos construyendo.
Así como estoy narrando esta desinversión, empezando de a US$100 millones y US$200 millones, ese ciclo, seguramente, se va poder repetir en unos años, pero con unos múltiplos de salida muy importantes y con unos retornos muy importantes para los accionistas. Además, dándonos una ventaja competitiva y estratégica a nivel no solamente de segmento, sino del grupo, de tener unos recursos que son US$12 billones, una cantidad de dinero muy importante, para poder desarrollar negocios de materiales, de construcción, o si en algún momento lo decidiéramos, total o parcialmente algunos de esos recursos en negocios como este, en el que podamos encontrar unos buenos retornos, obviamente, con todo el cuidado y respeto por el gobierno corporativo.
En esa dimensión, creo que Cementos tiene una vida propia, tiene unas dinámicas positivas y también unas oportunidades importantes.
Quienes decidan participar a la subasta deberán asegurar su cupo pagando la garantía de la oferta, dependiendo del valor del vehículo
Además de Postobón, otras compañías del sector como Colanta, Mis Carnes y Sur Alpino han comenzado a incorporar estas soluciones