Adiós a Vicente Casas, fundador de Durán Casas

Desde pequeño tuvo olfato para los negocios. Al término de sus estudios de bachillerato, se decidió por estudiar ingeniería en la Universidad de la Javeriana. Allí, en medio de una proeza por encaminar sus gustos personales a los académicos, intentó ubicarse dentro de los mejores estudiantes de su clase. Sin embargo, en medio de su carrera, decidió retirarse de la universidad y encaminar su vida para seguir un camino empresarial. 

Fue entonces cuando tras alistar un par de ahorros y pedir prestado dinero, fundó su compañía: la comisionista de bolsa Durán Casas. 

Desde ahí, el empresario se dedicó a conocer todo sobre el mercado de valores de Bogotá. Junto a varios socios y familiares entró a ser miembro de la Bolsa de Valores de Bogotá, donde logró ser reconocido por sus habilidades como corredor.  

Casas Sanz de Santamaría también se destacó por entrar en las juntas directivas más importantes del mercado de valores. Hizo parte de Títulos Limitada y Antonio Ángel & Compañía, empresas que para su momento se destacaron por ser las más grandes de ese mercado. 

Sin embargo, no solo se destacó en ese sector. Casas Sanz también trabajó como representante de Proexport en España, lo que lo llevó a ser muy conocido por la opinión pública y los medios de comunicación. De esta manera, a los mediados de su cuarta década de vida, se convirtió en columnista de algunos de los periódicos del país.

Sin embargo seguía dedicándole tiempo a su empresa. Y es por eso que, luego de 78 años de vida, hoy algunos de sus más cercanos amigos lo recuerdan. Como es el caso de Emerson Grajales, analista político y cercano a Casas Sanz, quien tras su deceso indicó que “acabo de recibir la noticia de la muerte de don Vicente Casas Sanz de Santamaría, un hombre de aquilatados valores. Le envió a su familia mi solidaridad eterna”. 

Entre sus gustos se encontraba la lectura y las obras de arte, pues en 2015 ayudó en la construcción de una torre de especialistas para la Fundación Cardioinfantil. Esta, en su momento, logró reunir algunas piezas de arte que ayudaron a recoger fondos para algunos niños  enfermos del anemia y el corazón.

Vale resaltar que desde hacía 20 años el empresario Casas Sanz de Santamaría pertenecía al Consejo Directivo de la clínica. Desde allí ayudó a formalizar la compra de algunos instrumentos quirúrgicos para  atender niños de cero a cinco años.