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Hay descontento en la isla de San Andrés por la decisión de la Corte Internacional de Justicia de cambiar los límites marítimos entre Colombia y Nicaragua, con lo que se perdió cerca del 40% del mar territorial.
Los habitantes de la isla aseguran que no hubo una buena defensa del territorio, pues a pesar de que se declaró la soberanía sobre los siete cayos, Quitasueño y Serrana quedaron enclavados en aguas nicaragüenses.
Señalaron que esta situación preocupa sobre todo a la comunidad pesquera pues el acceso a estos cayos, que tienen gran potencial para el sector, será más complicado que en la actualidad e incluso podría haber problemas con las autoridades del país centroamericano.
Los isleños aseguran que la zona que se perdió es un gran banco pesquero y que de ahora en adelanta “tendrán que pedir permiso para entrar a su propia casa”.
Precisamente, gobernadora de San Andrés, Aury Guerrero Bowie, dijo que la disputa limítrofe siempre ha sido una preocupación que ahora se convierte en realidad, “porque se ha cedido y se ha perdido mar territorial en lo que al departamento insular se refiere".
“Todo punto hidrográfico que se trace antes al Meridiano 82° (que era el límite anterior) es una pérdida”, agregó la dirigente, quien manifestó que hablará con el presidente Juan Manuel Santos para buscar soluciones a los problemas que generará el nuevo mapa de la zona.
Las declaraciones se dieron al final de la sesión de los comisionados de la Creg, la cual había cito citada por el ministro de Minas el domingo
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