“Nos preocupan las nuevas exenciones a las empresas”: Luis Fernando Mejía

La propuesta del Gobierno de Iván Duque para obtener los $14 billones faltantes del Presupuesto General de la Nación para la vigencia de 2019 sigue generando debate en la opinión pública. En Inside LR, el nuevo director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, destacó aspectos que le parecen relevantes del proyecto de Ley de Financiamiento que se debate actualmente en el Congreso, como el aumento de las tarifas marginales de las personas naturales o el gravamen de las pensiones más altas. Además, puso sobre la mesa algunas preocupaciones como la ampliación de las exenciones a las empresas o el incierto impacto que tendría el proyecto a mediano plazo.

¿Está de acuerdo con que en la ley de financiamiento se grave 80% de los productos de la canasta familiar?
Hoy en día, las exenciones de la canasta le llegan a las clases medias y altas del país. Por ello, creo que es una medida positiva. Lo que lo distingue de la propuesta de hace más de 15 años es que se generaría una compensación para no afectar el ingreso disponible de las personas de ingresos más bajos.

¿Qué impacto podría tener esta medida en la inflación y el consumo?
Si el IVA se extiende de 53% de la canasta a 80%, se podría generar un impacto de una sola vez en la inflación de cuatro puntos porcentuales. Si hablamos de un IPC actual de alrededor de 3%, eso significaría que la inflación estaría saltando a niveles de 6% o 7% en próximos años. Esto podría generar que el Banco de la República acelere la subida de tasas.

¿Qué otras alternativas propondría para conseguir financiar el Presupuesto sin tener que extender el IVA a más productos?
Es muy difícil, porque el corazón de la reforma viene por el lado del IVA. Se espera recaudar cerca de $14 billones netos y unos $11 billones una vez se descuente la devolución. Hay algunas alternativas sobre la mesa, como plantear una tarifa intermedia o por el lado de rentas de capital, especialmente de los dividendos. Ahí hay un espacio para tener una mayor progresividad. También pensar bien en las exenciones que se están planteando adicionales. Se está planteando una exención para las megainversiones, para la economía naranja...eso genera mucho debate y discusión.

¿Qué aspectos destacaría de este proyecto de ley?
Destacaría elementos positivos como la progresividad, la idea de gravar las pensiones altas y de aumentar las tarifas marginales para las personas naturales con el impuesto al patrimonio, también la simplificación es interesante. También destaco el espíritu de reducir las tarifas del IVA, de eliminar las diferentes cédulas y de tener una deducción única e inmediata de 35%. Asimismo, sobresale el Régimen Simple.

¿Qué le preocupa del texto?
Nos preocupa que no está claro el impacto de mediano plazo desde el punto de vista del recaudo tributario y, por ende, el cumplimiento de la regla fiscal. Además, nos preocupa el impacto sobre la demanda agregada por la subida del IVA y que no se haya hecho casi nada sobre los ingresos de renta de capital. Hay elementos a mejorar.

Igualmente, nos preocupan las nuevas deducciones a las personas jurídicas. Además, no está claro el costo fiscal a mediano plazo y, en ese contexto de cuentas, hay que ver la pertinencia, no solo de bajar las tarifas de renta, sino también generar 100% de descuento de los bienes de capital. Es importante pero a la vez cuesta mucho dinero. Ese descuento costaría alrededor de 0,6% del PIB por año, más las del GMF y el ICA eso sería alrededor de 0,3% adicionales. Así que esas exenciones serían 0,9% del PIB.

¿Será suficiente esta ley a mediano plazo para cumplir la meta de déficit fiscal?
Si se hace una lectura detallada de la exposición de motivos, no hay impactos de esta reforma más allá de 2020. Si bien la reforma genera los recursos necesarios para 2019, tiene un impacto ligeramente positivo neto en el recaudo tributario para 2020. Sin embargo, vemos que en 2021 y 2022 los ingresos estarían cayendo en niveles de 0,2% y 0,4%. Esa una preocupación muy grande. Esta ley se debe anclar en la discusión del cumplimiento de la regla fiscal.

¿Este Gobierno deberá hacer una reforma dentro de un par de años?
Por ahora, las cuentas no cierran. No nos están dando y, especialmente, no vemos ningún espacio para reducir la tarifa general de IVA. Fue una discusión costosa para el Gobierno anterior y que hoy está generando un recaudo importante. Cada punto del IVA está generando más de $2 billones de recaudo. En un contexto en el cual las cuentas de mediano plazo a nosotros no nos están cuadrando, es muy difícil pensar en que haya reducciones paulatinas de la tarifa general del IVA.

¿De esta manera correría peligro el grado de inversión?
Mientras no se aclare esto, los inversionistas van a hacer las preguntas. Es fundamental que el Gobierno abra la discusión de cómo esta reforma va a lograr el cumplimento de la regla fiscal.

¿Está de acuerdo en gravar a las pensiones más altas?
Completamente. Sé que es un medida impopular pero sería una medida progresiva. Además, permitiría corregir la distorsión de que buena parte de los subsidios pensionales se vayan a las personas de ingresos más altos.