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El Carf calcula que subsidiar el diésel en el segundo semestre del año puede aumentar el déficit del Fepc en $10,8 billones. Fedetranscarga advierte que el alza impactará la canasta
La posibilidad de incrementar el precio del Acpm está sobre la mesa desde que la gasolina empezó a subir en septiembre del año pasado. Sin embargo, el Gobierno Nacional no ha tocado estos precios para prevenir el impacto que puede causar principalmente en el sector de transporte.
Según estimaciones del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) “con cifras a hoy se está generando un déficit en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles de $60.000 millones diario por el Acpm. Eso, teniendo en cuenta que quedan aproximadamente 180 días del año, suma $10,8 billones, la mitad de una reforma tributaria. El Gobierno sabe que es un déficit muy alto”, explica Andrés Velasco, director técnico del Comité.
Cada 1% (cerca de $90 sobre el precio de venta al público) de aumento en el precio del Acpm causaría un efecto sobre la inflación en el largo plazo de 0,02%. “Este largo plazo se refiere a cuando los precios ya reciben todos los choques de la economía, en el corto plazo los precios son rígidos”, agrega Velasco. Ese largo plazo es incluso mayor a un año.
Corficolombiana estima que el impacto es menor en el IPC que con el caso de la gasolina. “Ya tenemos argumentos suficientes para creer que es menor el efecto, porque afecta la cadena de costos, es más por el lado del IPP que sobre el consumidor”, indica Julio Romero, economista jefe de Corficolombiana.
Y en ese sentido, para el sector de transporte el alza generaría aumento en los costos. Si se pone el incremento en el escenario del sector de transporte, la Federación de Empresarios del Transporte de Carga (Fedetranscarga) calcula que si el galón aumenta $1.000 significa que se incrementa en 3,85% la canasta familiar por el hecho de que los costos de transporte terminan subiendo.
Henry Cárdenas, presidente de Fedetranscarga, dice que todos los vehículos de más de 10,5 toneladas trabajan con diesel. “Cerca de 80% de los vehículos de transporte de pasajeros trabajan también con diesel. Hay vehículos de gasolina que trabajan con carga pero son muy pocos, sobre todo en las regiones bien alejadas”.
El Comité estima que, en el sector transporte, para el largo plazo el efecto es de 0,0216%, mientras que el efecto indirecto, que es a través del resto de sectores, es de 0,0147%. “En la transición de precios lo importante es que sea ordenada y poco a poco, con el ojo en la inflación. La estrategia está en cerrar primero la brecha en la gasolina”, dice Velasco.
Respecto a la gasolina, se ha estimado que el efecto en el largo plazo de un aumento de 1% en el galón la sobre la inflación es de 0,06%. Según esto, un aumento del 10% en el precio de la gasolina tendría un efecto en inflación de 0,6% en el largo plazo. “De los puntos que vemos más positivos de este Gobierno es asumir el costo político de subir los precios de la gasolina. Aunque es algo impopular, es lo que el país necesitaba para cerrar ese déficit del Fepc”, resalta Romero.
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