La confianza de los consumidores se derrumbó en marzo por la crisis del Covid-19

La incertidumbre que ha generado la cuarentena nacional como medida obligatoria para mitigar la propagación del Covid-19 en el país, empujó al índice de confianza del consumidor a caer hasta -23,8% en marzo.

Lo anterior representó una disminución de 12,5 puntos porcentuales frente a lo registrado en febrero pasado. Además revela la situación de las personas, pues es la cifra peor cifra vista en 37 meses, dado que en febrero de 2017 fue de -24,3%.

“Este indicador es el tercero más bajo en los 19 años que se ha realizado la encuesta y refleja las preocupaciones que tienen los hogares frente a los impactos económicos negativos del coronavirus”, señaló Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, el centro de estudios económicos que realiza mensualmente el estudio.

De acuerdo con el documento, los resultados del tercer mes del año se explican por una disminución de 29,7 puntos porcentuales en el Índice de Condiciones Económicas, que llegó a -39,8%; y por una reducción de 1,1 puntos porcentuales en el Índice de Expectativas del Consumidor, que cerró en -13,1%.

Por un lado, los consumidores señalaron que no es un buen momento para adquirir bienes durables, como por ejemplo electrodomésticos o muebles y siente que “le está yendo peor” que en el mismo mes del año pasado.

La crisis se denota pues manifestaron su pesimismo frente a la situación económica de los próximos 12 meses, tanto al interior del hogar, como de todo el país (ver gráfico).

“La gente tiene mucho escepticismo por todo lo que ha causado la pandemia, y eso a su vez trae mucha incertidumbre. Sobre todo porque la gente no tiene seguridad de ingresos, ni siquiera los que trabajan formalmente en empresas grandes. Entonces todo el mundo está comprando solo productos básicos. Además, lo más probable es que este índice seguirá bajando en los próximos meses”, señaló el economista Jorge Iván González.

Otro resultado que mostró la encuesta es que el pesimismo en el país es generalizado, tanto al revisar las cifras por ciudades, como por niveles socioeconómicos.

La ciudad con el indicador más bajo de confianza del consumidor fue Cali, que pasó de -5,4% en febrero a -32,2% en marzo.

Así mismo, Bucaramanga, que en el segundo mes del año reportó un resultado de -5,1%, en marzo llegó a -28,2%.

La variación en Bogotá pasó de -16,1% en febrero a -24,4% en marzo. Y en Medellín el dato, que en febrero fue de -3,9%, en marzo cayó a -23,2%.

Barranquilla, aunque con resultados negativos, es la menos pesimista, pues se pasó de -4,7% en febrero a -5,9% en marzo.

Sin embargo, este último resultado fue sorpresivo, pues Mejía manifestó que no tiene claridad sobre cuál fue la razón por la que la capital del Atlántico obtuvo esos resultados.

Por estratos, también se vio un salto significativo, pues mientras en el nivel socioeconómico alto el índice de confianza había sido de -5,1% en febrero, en marzo cayó a -22,1%.

La clase media, que en el segundo mes de año había tenido un resultado de -10,3%, pasó a -23,4%. Y las personas más vulnerables, que en febrero habían tenido un índice de -13%, vieron cómo en marzo llegó a -24,4%.

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Adicionalmente, el estudio señala que en el primer trimestre la valoración de los consumidores sobre la situación de sus hogares disminuyó 7,4 puntos frente a ese periodo de 2019.

“La caída también ha mostrado menor disposición a comprar bienes. Es de esperar que, en la medida que continúe este choque, el indicador de confianza permanecerá en el terreno negativo hasta tanto no se dé una salida para la economía y los hogares”, concluyó Mejía.