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Para el codirector del Emisor, José Antonio Ocampo, la discusión del Plan Nacional de Desarrollo se desvió de las bases para centrarse en el articulado.
A menos de tres meses de haber iniciado 2019, la economía reporta un crecimiento económico de 2,7%, una inflación de 3,18% y una tasa de interés que no sufre alteraciones desde abril del año pasado. José Antonio Ocampo, miembro de la Junta Directiva del Banco de la República, conversó con LR sobre las perspectivas que tiene para este año, su opinión frente a la situación de los cafeteros y su perspectiva sobre la crisis venezolana.
¿Cuáles son las expectativas para 2019?
La expectativa que tenemos es que la recuperación va a continuar con un crecimiento que depende de quien lo analiza. La Junta dijo en torno a 3,5%, los técnicos del Banco dicen 3,4% y el Gobierno, 3,6%. Estamos en la misma línea.
La Ocde redujo sus perspectivas de crecimiento global a 3,3%. ¿Cómo afecta al país?
No estamos tan seguros de cuál va a ser el impacto neto, hay efectos positivos y negativos. Hay un efecto negativo por el lado de la demanda de los países desarrollados de nuestros productos de exportación, pero eso está compensado en parte porque nuestros clientes son los latinoamericanos y América está en una tendencia ascendente.
Otro efecto negativo es la menor demanda de los países desarrollados y de China, que es parte de la desaceleración económica mundial. Por el lado positivo, están las medidas monetarias de EE.UU. y Europa, que ayudan a mantener una gran liquidez internacional.
El Dane modificó el dato del PIB de 2017, que cambió de 1,8% a 1,4%. ¿Qué opina de que se hayan cambiado los datos?
No tiene que ver con nuestras decisiones. Creo que es una de las labores normales de las oficinas de estadísticas del mundo, que revisen los indicadores que se han producido anteriormente con cifras parciales. El Dane está haciendo su labor correctamente.
Es importante notar que si el crecimiento de 2017 fue 1,4%, la recuperación del año pasado debería haber sido un poco mejor, porque era sobre una base más baja.
En enero el desempleo llegó a dos dígitos, ¿preocupa el incremento del indicador?
A veces las cifras de desempleo muestran tendencias de corto plazo que no se sostienen. Los últimos datos del año pasado no fueron buenos. Vamos a ver las cifras posteriores, la reactivación de la economía debería jalonar el empleo.
Hay un impacto, incluso el Banco va a dar a conocer un análisis que ha hecho, y es que el efecto de la migración venezolana ya representa poco más de 2% de la fuerza de trabajo del país.
La fuerza de trabajo que está llegando a Colombia es más joven y más educada que el promedio colombiano, pero su asimilación por el mercado está generando un pequeño aumento del desempleo y la informalidad.
La inflación está muy cerca de la meta de 3% del Banco. ¿Eso abre espacio para que se modifique la tasa de intervención?
Hemos mantenido la tasa por 10 meses en un nivel moderadamente expansionista. Vamos a discutir, porque no es solo el dato de inflación, sino el de la actividad económica y el sector externo que hay que tener en cuenta en ese análisis, y el sector externo está dando señales amarillas.
¿Cree que se necesitará otra reforma tributaria pronto?
Este año la ley de financiamiento genera un efecto positivo sobre los recaudos. En ese sentido cumple su objetivo y por lo tanto sí ayudamos a una mezcla de cumplir las metas fiscales y permitir que se lleven a cabo algunos de los programas de gasto de la nueva administración. La situación no es fácil porque todas las estimaciones que hay es que los recaudos tributarios van a reducirse en los próximos años y por lo tanto si no va a haber una nueva reforma, como el ministro ha dicho que no va a haber, quiere decir que se necesita un programa de austeridad.
El Gerente del Banco ha mostrado que a raíz de la ley de financiamiento el recaudo podría caer 0,87% del PIB a partir de 2020 y mostraba el impacto que había a raíz de la reducción de IVA en los bienes de capital ¿le preocupa la cantidad de excenciones que se incluyeron en la ley de financiamiento?
Me preocupan las exenciones de esta ley y de las leyes anteriores. El impuesto de renta a las empresas es el impuesto más inequitativo que existe horizontalmente en Colombia, tenemos múltiples beneficios tributarios de todo tipo. Creo que algún día habrá que hacer una reforma estructural.
Me gustó de la Ley de financiamiento que en el caso de las personas naturales era realmente progresiva, de acuerdo con los principios de equidad.
La cantidad de beneficios tributarios específicos que hay por sectores es un tema que no se ha discutido, creo que una de las cosas que hay que hacer es una evaluación de cuales sirven y cuales no tienen los efectos esperados, para ver si logramos sanear un poco esa situación.
¿Qué le parece la propuesta de los cafeteros de que la referencia colombiana salga de Wall Street?
Me gusta esa propuesta, el gerente de la Federación ha dicho correctamente que los cafés suaves lavados, que son los nuestros y los centroamericanos, no están bien medidos en la bolsa de Nueva York. Es una alternativa para mejorar los precios de referencia. Lo mejor sería que la propia bolsa revisara el tipo de cafés que están cotizando para ver si efectivamente se hace más representativo ese precio que ellos indican.
¿Esta cotización refleja la realidad de la caficultura colombiana?
No la está reflejando desde hace un tiempo. En eso tiene razón el gerente de la Federación.
¿Cree que el fondo de estabilización de precios que cursa en el Congreso es la solución?
Trabajé de asesor cafetero del Gobierno cuando el Fondo Nacional del Café hacía estabilización de precios, no he entendido por qué se necesita un nuevo fondo de estabilización y no se utiliza, como siempre se utilizó, el Fondo Nacional del Café como instrumento de estabilización de precios. Hay que ahorrar en el Fondo cuando hay buenos precios para que tenga recursos que puedan ayudar en los precios bajos.
¿Qué opina de la propuesta del PND de unificar los presupuestos de inversión y funcionamiento?
Todos los que hemos sido directores de Planeación de los últimos 30 años firmamos una carta y estamos en la misma línea. El problema que veo es que eso no es un tema del Plan de Desarrollo, como mucho de ese articulado. El Plan de Desarrollo no lo estamos discutiendo porque toda la discusión se ha dado alrededor del bendito articulado. Hay que limitar esa macro ley que se saca con el PND para discutir el Plan Nacional de Desarrollo, el plan de inversiones y las prioridades políticas que están enunciadas en el texto del Plan, en vez de ponerse a discutir muchos temas.
Sería a nuestro juicio una anomalía que la entidad que tiene a su cargo ejecutar el Plan de Desarrollo no organice la inversión pública. Si se va a unificar el presupuesto discutamos dónde, a lo mejor en Planeación Nacional. Es una discusión que debe hacerse, pero no estoy seguro si en el Plan de Desarrollo.
¿La economía colombiana ya asumió el golpe de un posible colapso en Venezuela?
El colapso de las exportaciones a Venezuela hace rato lo absorbimos, era nuestro segundo socio comercial y hace rato dejó de serlo.
El impacto que vemos es la incertidumbre en la frontera y la migración masiva, Colombia ha absorbido más de la mitad de los migrantes por la crisis, que veo que no está terminando y de alguna manera creo que se puede agudizar.
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