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María Fernanda Suárez, ministra de Minas y Energía, explicó que lo importante es aprender de este proceso para que en la siguiente haya adjudicación.
Colombia aún debe esperar unos meses más para presenciar las primeras asignaciones de energías renovables no convencionales a largo plazo. Esa fue una de las conclusiones que salen a la luz luego de que el Ministerio de Minas y Energía anunció que no se lograron asignaciones en esta primera puja, pese a que se recibieron ofertas de energía suficientes para garantizar el suministro con precios competitivos.
Aunque de entrada se podría calificar como el primer paso para continuar trabajando en la diversificación energética del país, lo importante es que bajo estos mismos criterios se anunció que antes del 30 de julio se realizará una segunda subasta, que no solo mantendrá los estándares del Gobierno, sino que también ofrecerá los 1.183 gigavatios de energía hora por año previstos inicialmente.
“Vamos a hacer una subasta durante el segundo trimestre de 2019. Hemos aprendido todos en el mercado: los generadores, los compradores y el Gobierno. Lo importante es tomar todos esos aprendizajes para asegurar que la siguiente subasta haya adjudicación”, explicó María Fernanda Suárez, ministra de Minas y Energía.
Suárez indicó que la no adjudicación de los contratos en esta subasta se dio debido que al analizar los requerimientos se encontró dominancia. Es decir, las asignaciones hubieran quedado concentradas en tres agentes, una situación que no es recomendable para el sector.
“Vamos a hacer una subasta durante el segundo trimestre de 2019. Hemos aprendido todos en el mercado: los generadores, los compradores y el Gobierno”.
Antes de concluir que se prolongan las asignaciones para la nueva subasta que se hará antes de finalizar el segundo trimestre, el director de la Unidad de Planeación Minero-Energética (Upme), Ricardo Ramírez, reveló que en esta subasta se recibieron 8 ofertas de venta de energía y 12 de compra.
Ramírez aclaró que al finalizar quedaron ocho firmas, entre ellas: Enel Green Power, Isagen, Epsa, Canadian Solar Energy Colombia, Trina Solar Colombia, SPV Villanueva, Guajira Eólica y Solarpack Colombia.
“Esta subasta ha sido un proceso importante para Colombia. Observamos varias cosas de los proyectos solares, eólicos y biomasa y es fundamental aprender de este proceso”, concluyó Suárez.
¿Por qué se hace una subasta de energías no convencionales?
La ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, explicó que es fundamental que Colombia diversifique su estructura energética con este tipo de energías. De hecho, resaltó que la meta del Gobierno Nacional es pasar de 50 megas instaladas a 1.500 en cuatro años. Es decir, 30 veces más de lo que hoy está en el mercado.
Para lograrlo, Suárez ratificó que continuarán trabajando con las empresas para impulsar este sector, pues desde su gestión se enfocará en estas nuevas tecnologías. Se prevé que en todo este proceso la Nación invierta más de US$1.300 millones.
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