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De acuerdo con lo pactado en La Habana, la meta es que el Fondo Nacional de Tierras llegue a tres millones de hectáreas.
"En este momento se está tramitando el registro a nombre de la Agencia Nacional de Tierras cerca de un millón de hectáreas que antes estaban bajo control territorial y dominio material de las Farc y que hoy empiezan a tener el control material y jurídico por parte del Estado colombiano y a nutrir el Fondo de tierras".
Este millón de hectáreas están ubicado en Meta, Caquetá y el Sur de Bolívar y corresponden a los terrenos donde la Fiscalía abrió procesos contra las Farc para la extinción de dominio "y en medio del proceso se percató de que nunca pasaron a nombre de la guerrilla y que siempre fueron baldíos de la Nación".
Los restantes dos millones de hectáreas con las que contará el Fondo Nacional de Tierras tendrán como fuentes principales la extinción judicial (de terrenos que hayan sido conseguidos ilícitamente), predios en zonas de reserva forestal y de terrenos baldíos.
Los beneficiarios serán campesinos y asociaciones agrarias que no tengan tierra o que tengan muy poca, víctimas del conflicto, mujeres rurales y población desplazada.
Las personas que estén en proceso de desmovilización no podrán acceder a este fondo, aunque sí podrán beneficiarse las asociaciones que tengan proyectos de posconflicto relacionados con procesos de reincorporación.
Fuera de este nuevo Decreto expedido por el presidente de la República, a través de las facultades especiales que finalizaron este lunes, están los temas más polémicos que serán parte de un proyecto de ley.
Entonces, el congreso tendrá que debatir en este proyecto temas como la acumulación de Unidades Agrícolas Familiares, la regulación sobre la definición de baldíos, la expropiación, entre otros temas.
La protección de la Amazonía, comercio e inversiones serán algunos de los temas de la agenda entre ambos mandatarios
De acuerdo con la Alcaldía de Bogotá, anunció que la intervención durará 10 meses, que incluirá la demolición y el uso de carriles
Esta reforma, bandera del proyecto de Gustavo Petro es una de las que más esperanzas tiene de ser aceptada en el Congreso