MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Estos fueron los puntos de acuerdo que dejó la Cumbre de la Amazonía en Bogotá
Se pactó la valorización e integración de los sistemas productivos sostenibles provenientes de las comunidades rurales e indígenas
En el marco de la V Cumbre de Presidentes de los Estados Parte del Tratado de Cooperación Amazónica, Otca, los líderes de la región adoptaron la “Declaración de Bogotá”, un documento que consolida una hoja de ruta política de alto nivel para la protección de la Amazonía y define una postura conjunta de cara a la próxima Conferencia de las Partes, COP 30.
El acuerdo busca garantizar los derechos de los pueblos indígenas y comunidades locales, y promover un nuevo modelo de desarrollo sostenible para los casi 50 millones de habitantes de la cuenca.
Uno de los principales compromisos de la declaración es la articulación de una postura unificada para la COP 30, que se celebrará en Belém, Brasil. El objetivo estratégico es trabajar de manera coordinada para evitar el llamado “punto de no retorno” de la Amazonía, punto en el cual el bioma perdería su capacidad de regeneración. La meta, según el documento, es promover un desarrollo justo e inclusivo que asegure la dignidad de la población amazónica.

Para alcanzar este objetivo, la hoja de ruta acordada por los mandatarios contempla varios ejes estratégicos, entre los que destacan la lucha contra la deforestación, el impulso a una transición energética justa y el combate frontal a la minería ilegal y la contaminación por mercurio.
Adicionalmente, se pactó la valorización e integración de los sistemas productivos sostenibles provenientes de las comunidades rurales e indígenas.
En el frente financiero, un punto clave del acuerdo fue la adopción del comunicado conjunto del Fondo para los Bosques Tropicales por Siempre, un mecanismo innovador para la financiación de la conservación.
Este fondo, que se anunció que durante la COP 30, se lanzará un Fondo Fiduciario específico, que operará de manera complementaria con el instrumento financiero propio de la Otca. Según los mandatarios, ambos instrumentos confirman el liderazgo de la región en la búsqueda de soluciones para la crisis climática.
La “Declaración de Bogotá” reafirmó la importancia de robustecer los canales de participación de la sociedad civil en las labores de la Otca. Los presidentes reconocieron que la voz y la acción de las organizaciones no gubernamentales, comunidades y otros actores son esenciales para el éxito de la agenda común de protección y desarrollo sostenible en la región, según lo establecido en el documento.
El presidente Petro logró un punto diplomático tras ser anfitrión de la cumbre. La reunión contó con presidentes, vicepresidentes, cancilleres, representantes indígenas y de la sociedad civil amazónica, entre otras autoridades, tanto en plan nacional como internacional.

Durante la cumbre, la intervención más enfática provino del presidente de Brasil, Lula da Silva, quien hizo un llamado a superar la fase de las promesas para pasar a la de los hechos concretos, advirtiendo sobre el riesgo de que las cumbres climáticas concluyan en largas declaraciones con pocos resultados tangibles.
El mandatario brasileño instó a que en la COP de Belém se definan responsabilidades claras, al precisar las fuentes de financiamiento, la asignación de metas y los mecanismos para garantizar su cumplimiento. "Si cada uno hace su parte, podremos llegar a 2035 con resultados reales", insistió.
Con un tono crítico, Lula da Silva también subrayó el carácter inédito de la próxima cumbre, al destacar que no se realizará en una capital como París o Dubái, sino en plena Amazonía. Según el presidente, esta decisión tiene un propósito estratégico.
“Queremos que el mundo vea la selva, sus ríos y a los pueblos que allí viven”, afirmó, al señalar que la locación misma debe servir como un catalizador para la toma de decisiones y el compromiso global.
En el trimestre móvil terminado en noviembre, la actividad productiva en Colombia se expandió a un ritmo estimado de 3,4% anual
Este valor prácticamente triplica las exportaciones de enero a septiembre de café sin tostar descafeinado, que alcanzaron un valor de US$4.215,9 millones
Flujo de divisas por este concepto supera aportes de exportaciones tradicionales como las del café, petróleo o derivados y carbón