“Entregaremos las 100.000 viviendas en este año”

Estamos en el Ministerio de Vivienda con el Ministro Luis Felipe Henao. Gracias por abrir las puertas de su despacho para nuestro “Al Paredón” de La República.

¿Cómo hace usted para hacer su gestión, la entrega de viviendas y los proyectos que tiene en plena campaña con tantas restricciones?
Cada día es más difícil. Esta Ley de Garantías nació cuando el país estaba dividido en liberales y conservadores. Uno no puede callar al Estado y amordazarlo para que no muestre cuáles son sus obras, que no siga entregando viviendas, acueductos, y que quede paralizado el programa que considero más exitoso en este Gobierno.

Las 100.000 viviendas, ¿en qué fecha se entregarán?
Esperamos terminar las 100.000 viviendas en 2014. Cuando acaben estos 4 años de gobierno en agosto, esperamos estar entre 90.000 y 95.000 unidades. El ritmo es muy importante. Bogotá antes era 49% del mercado, ahora solo es 17%. El PIB creció en el primer trimestre 10% y en el segundo 7,9%, y el Banco de la República dijo que va a haber un buen tercer trimestre, jalonado por las edificaciones. La única respuesta son las 100.000 viviendas con un único aliciente; crecimos en licencias y en empleo.

Se ha denunciado que el Gobierno está entregando las viviendas a gente que se queda sin empleo y no puede pagar, así que termina arrendándolas o vendiéndolas. ¿Habría un mercado secundario? ¿Cómo regularlo para que no pase?
Mercado secundario siempre va a haber, porque hay gente que subarrienda una habitación o la vivienda. Esta es una causa para perder el subsidio, pero es casi imposible decir que no va a pasar. Les estamos diciendo a esas familias que pueden perder la vivienda; estamos en un proceso de acompañamiento social. Firmamos un convenio con el Sena, para que genere ingresos y vamos a llegar con una oportunidad de negocios a los proyectos de vivienda; estamos trabajando con el Ministerio de Educación y generamos colegios, pero es difícil controlar ese mercado secundario.

El tema de las casas ha tenido de todo. Con el alcalde Petro no hubo coordinación y en otras regiones del país también hubo inconvenientes, ¿por qué pasa eso?
Porque hay unos alcaldes mucho más gestionadores que otros. Para el Alcalde de Medellín hacer viviendas nuevas era su plan de desarrollo, lo mismo el alcalde de Montería, Cúcuta, Pasto. Para otros no era importante. Yo creo que para el Alcalde Petro no era prioridad en su agenda de gobierno, por eso dejó de perder una oportunidad dentro del programa de vivienda gratuita.

También está el tema de los precios. ¿Cómo balancear las cifras, porque estamos teniendo en algunas partes del país un metro cuadrado inclusive más caro que en Estados Unidos?
El índice de precios al constructor no ha variado mucho: entre 3% y 4%, y eso es normal dentro de una economía. La discusión del cemento frente a la vivienda de interés social no genera incremento porque está entre 5% y 8%. Pero lo que sí está generado un impacto es el valor del suelo en nuestra discusión con Bogotá. Si no hay gestión de suelo y el poquito que hay lo quieren comprar muchas personas, el precio de la vivienda sube. Lo dijo el Banco de la República, no es un tema de los insumos de la construcción, es un tema de gestión de suelo y esperamos que temas como renovación urbana, la gestión del centro ampliado en Bogotá funcionen. Si la vivienda no sube de valor, no sería un bien apetecible dentro del mercado, nosotros necesitamos que la vivienda se valorice.

También está el otro extremo. En Bogotá, uno encuentra entre la calle 72 y la 100, y entre la autopista y la circunvalar, en donde el metro cuadrado está casi en $12 millones, ¿hay una distorsión o hay gente que quiere vivir en el mismo sitio?
Es un conjunto de factores, la vivienda es un bien heterogéneo en el que intervienen muchos factores. Primero, hay poca oferta; segundo, cada vez llega más inversión extranjera que está comprado a los precios que impone el mercado; tercero, la clase media crece más. Bogotá ya tiene una clase media que llega casi a 42%, entonces existe más capacidad de pago. Pero sí hay una distorsión de precios: han subido por encima de 40% y 50% en un tiempo muy corto. Yo creo que el mercado en estos momentos va a empezar a acoplarse, no a subir los precios pero sí a estancarse.

En el debate por la capacidad de generar nuevas construcciones, a veces los constructores ven que hay unos juegos cruzados y que no se pueden hacer proyectos en Bogotá, así que terminan en otras zonas del país.
Ese es el gran problema que está pasando en Bogotá. Muchos decidieron desplazarse su capacidad productiva a otras ciudades como Pasto, Cartagena, Sincelejo, porque no veían buenas oportunidades de negocios. La ciudad está pasando por una paradoja que no entiendo, y espero que el Alcalde algún día me ayude a comprender: se está recuperando la vivienda en los estratos medios y altos, pero en los bajos, que tienen el déficit de interés social, llegamos a ofertas de proyectos que han caído 93%. Mi llamado es que hay que construir vivienda para los más pobres, los trabajadores de uno o dos salarios mínimos y buscar soluciones rápidas, porque la gente se esta yendo para Soacha, a Madrid, que para una familia en una ciudad, son tiempos de transporte y costos de ingresos.