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La presidente de Maloka habla sobre la recuperación financiera del museo y la apuesta por aumentar la inversión privada.
Tres años han sido suficientes para que el museo interactivo Maloka recupere su credibilidad financiera y ajuste su sostenibilidad de caja. Tras vivir años oscuros, a causa de las millonarias pérdidas y los saldos en rojo, hoy el panorama es distinto: este año no solo dejará unos saldos positivos de hasta $3.547 millones, sino también incluirá otras líneas de negocio a su portafolio. La razón: aumentar la inversión privada, la participación ciudadana y los espacios de discusión, especialmente, en ciencia, tecnología e innovación.
En Inside LR, Adriana Correa, presidente de Maloka, habló sobre la recuperación del museo, el plan de negocios, y la diversificación de la empresa, que, entre otras cosas, le apuesta a jalonar mayor inversión privada.
Usted recibió la administración de Maloka en 2017 cuando este centro de tecnología atravesaba por una crisis financiera, ¿cuáles eran los problemas financieros? ¿Qué se ha hecho hasta ahora?
Yo llegué a Maloka en marzo o abril de 2017. Teníamos una situación tremendamente crítica. En ese momento ya Maloka venía acumulando pérdidas durante 17 años. Teníamos 140 acreedores y todos embargaron las cuentas. Una crisis muy aguda (...) Lo que hicimos fue un ejercicio que arrancó desde la gobernanza de Maloka. Eso lo arranca un poquito antes la administración de Enrique Peñalosa. Empezamos entonces con la junta a construir una nueva estrategia para Maloka. La estrategia se basó en varias cosas: lo primero era que íbamos a ir al Concejo de Bogotá a tramitar un acuerdo para que le diéramos un cupo en el presupuesto a Maloka. Maloka históricamente a veces recibía apoyo del sector público, a veces no, y eso hizo que entrara como en esta situación tan crítica (...) Finalmente nos aprobaron el acuerdo que lo que nos dio fue un cupo en el presupuesto distrital.
Gracias a eso, en 2018 nos dieron los primeros $10.000 millones para inversión. Ahí regulamos toda la situación salarial de los empleados, empezamos a pagar, recibimos tres veces ronda de negociaciones con los acreedores, y con eso, poco a poco empezamos a salir adelante con resultados maravillosos. En 2018 cerramos con excedentes con $1.228 millones (...). Este año vamos a cerrar con alrededor de un resultado neto positivo de $3.547 millones.
¿Ahora Maloka es financieramente sostenible?
Vamos hacia allá, estamos dando excedentes. De todas maneras, la sostenibilidad siempre será, pues, una trilogía. Va a depender siempre del apoyo que tengamos del sector público, del apoyo del sector privado y, por supuesto, nuestra gestión (…) En este momento sí estamos en un nivel sostenible, pero la lucha es constante. Vamos a enfrentar ahora la llegada de una nueva alcaldía, pues el alcalde Peñalosa fue tremendamente generoso con Maloka. Fue gracias a él, que rescatamos a Maloka.
¿Cómo se financia Maloka? ¿Cuál ha sido la inversión para su recuperación?
Es una ecuación 33%, 33%, 33%. Es decir, 33% nuestros ingresos propios. El otro tanto es el que hemos venido recibiendo del sector público, aunque es importante decir que la plata que nos da el Concejo no es para operar Maloka. Esa plata la hemos invertido en renovaciones. Efectivamente, nuestros rescatistas vinieron del sector privado todo el tiempo. Le estamos presentando proyectos al sector privado, a las diferentes empresas. Ahí es donde tenemos que crecer más.
¿Considera que el presupuesto distrital para la educación y la ciencia es insuficiente?
Vamos para el tercer año de un apoyo continuo del Distrito que ha sido poderosísimo. Ha permitido que la ciudad no pierda su único museo de ciencias de la ciudad. Pero claro, el sector de ciencia, tecnología e innovación necesita una participación mucho más activa y decidida. (...) En Colombia, y en la ciudad de Bogotá, siguen siendo muy, muy tímidas para lo que necesitamos.
¿Cuál ha sido la estrategia en agenda cultural de Maloka?
Hemos querido hacer varias cosas. Primero, hay una intención importante para empezar a hablar otra vez con los jóvenes. Efectivamente hemos sido muy buenos hablándoles a los niños, a los colegios públicos, pero con los jóvenes no hemos tenido casi relacionamiento. Para ellos abrimos dos franjas: una es todos los miércoles, que son conversaciones inusuales (...). La otra franja busca mezclar la ciencia y el arte. El resto de nuestra agenda tiene que ver con las alianzas que hacemos, o bien sea con universidades o con científicos académicos que vienen al país y se presentan entonces en Maloka.
Ustedes tienen 10 nuevos laboratorios, ¿cuánto se invirtió en eso y en qué consisten?
Fue un proyecto que nos ganamos, y lo que buscaba era renovar Maloka. Se dio una inversión para los laboratorios de $4.000 millones. En general, fue una inversión de $11.000 millones.
¿Cuántas visitas reciben al año? ¿Cuál es el perfil de esas personas que acuden?
No hemos cerrado los visitantes de este año. El año pasado recibimos 570.000 (...) Es probable que la proyección de cierre de este año estará en cerca de los 600.000 visitantes.
Maloka quiere ser parte de la agenda nacional y de las discusiones nacionales ¿de qué se trata la iniciativa Maloka Conversa?
Queríamos tener una franja que entusiasmara a la empresa privada y para conversar sobre temas que consideramos fundamentales para la sociedad. Estamos invitando a científicos, activistas y a la empresa privada.
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