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El estudio fue realizado con base en una metodología trabajada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y de la Cruzada Nacional contra el Hambre de México.
La medición tuvo en cuenta cinco procesos como la producción agropecuaria en donde se desperdician 3,95 millones de toneladas; en la poscosecha y almacenamiento 1,93 millones de toneladas; en procesamiento industrial 342.000 toneladas; en distribución y retail 2,01 millones de toneladas; y en el consumo en los hogares 1,53 millones de toneladas.
Simón Gaviria, director del Departamento Nacional de Planeación (DNP) aseguró que se debe mejorar en las etapas de producción, almacenamiento y procesamiento industrial, pues de cada 100 kilos de comida que se daña, 64 kilos lo hacen en esas etapas, lo cual genera, entre otras cosas, que los productores obtengan menos rentabilidad.
Además, agregó que no se pueden descuidar las etapas de los alimentos en los supermercados y en los hogares, pues por cada 100 kilos de comida dañada, 21 kilos se dañan en los supermercados, tiendas de barrio y plazas de mercado, y alrededor de 16 kilos se desperdician en los hogares.
Los productos que más se pierden
De acuerdo al estudio, las frutas y vegetales son los que más se pierden con 58% de participación. Luego vienen raíces y tubérculos con 49%; lácteos 23%; pescados 15%; y granos con 13%.
Por su parte, las regiones con más pérdidas son Centro Oriente con 1,7 millones de toneladas; el Eje Cafetero con 646.454 toneladas; Pacífico con 488.593 toneladas; Caribe con 472.844 toneladas; Centro Sur con 146.724 toneladas; y los Llanos con 71.031 toneladas.
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