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Balance anual del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles
El presidente Gustavo Petro ha insistido que es el peso de una “deuda heredada” de la administración de Iván Duque
El gobierno colombiano ha subsidiado por años los precios de la gasolina y el diésel para que los consumidores no asuman las consecuencias de la volatilidad de las referencias internacionales del petróleo. Entre 2022 y 2024, el Estado destinó $68,8 billones a subsidiar el precio de la gasolina y el diésel. Sin embargo, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, dice que la suma es más alta: $73 billones.
Esta “ayuda” le ha generado un déficit financiero al país, ya que el Estado asume la diferencia entre lo que cuesta importar o producir el producto y lo que realmente se cobra en las estaciones de servicio. Este déficit lo asume el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, Fepc.
Gustavo Petro anteriormente había insistido en que se trata de una “deuda heredada” de la administración anterior de Iván Duque. Sin embargo, entre enero y agosto de 2022 (mes en el que Petro asumió como presidente de Colombia), se destinaron solo $23 billones para subsidiar los combustibles. La decisión de no ajustar los precios de la gasolina mantuvo el detrimento del Fepc en aumento, cerrando 2022 con un déficit fiscal de 5,2% del Producto Interno Bruto, PIB.
La mayor carga ha recaído en la administración actual, que ha asumido un gasto de $46 billones en subsidios aproximadamente. De este total, $22 billones correspondieron al costo del ajuste gradual del precio de la gasolina, una medida que buscaba mitigar el impacto inflacionario de subir los precios de forma abrupta.
El monto restante del subsidio ($24 billones) bajo el actual gobierno de Petro están asociados exclusivamente al diésel. A diferencia de la gasolina, el gobierno ha optado por mantener el apoyo al precio del Acpm, especialmente por su impacto en el transporte de carga, el agro y el sistema productivo.
Cabe destacar que en 2022 el monto del déficit fue de $13,7 billones, en 2023 de $20,5 billones y en 2024 de $11,6 billones. Por ahora, en 2025 la cifra alcanza $12,8 billones.
La narrativa de una deuda de $70 billones heredada pierde fuerza ante los números, aunque el gobierno actual ha eliminado el subsidio a la gasolina, de manera gradual, generó un costo significativo. Por eso, los primeros $22 billones son un híbrido entre la inercia del gobierno anterior y las decisiones del actual sobre cómo y cuándo ajustar los precios.
A pesar de haber reducido el subsidio a la gasolina, el déficit fiscal bajo el actual gobierno es de 5,6% del PIB.
El ministro de Hacienda, Germán Ávila, señaló durante su intervención en la 59ª Convención Bancaria, que desde hace varios años se acumula una deuda por el Fepc que ahora debe absorber el Gobierno de Petro. “Tuvimos que absorber $73 billones para que los propietarios tengan menores costos en su movilidad”, dijo.
No obstante, Felipe Campos, gerente de inversiones de Alianza Valores, explicó que los $46 billones que asumió el gobierno actual no fueron decisión completamente de este, “ya que es imposible esperar que subieran la gasolina de $8.000 a $16.000 en un solo mes. Así que hubo un costo de $22 billones mientras la gasolina se alineaba”. Agregó que a pesar de ser parte del legado del gobierno de Duque, la administración actual fue la que determinó, por así decirlo la velocidad del ajuste tarifario.
Tras el ajuste gradual realizado entre 2022 y 2024, el precio de la gasolina corriente en Colombia se alineó, y de hecho en la actualidad supera varias referencias internacionales. Según Sergio Cabrales, experto en energía, expone que hoy la gasolina se vende a $1.500, por galón, más caro que el precio internacional, aproximadamente.
Esto significa que ya no hay subsidio a la gasolina, sino que los consumidores están pagando un precio más alto que el precio del mercado internacional. Esa diferencia, en la práctica, está ayudando a cubrir el déficit que fue generado por el subsidio al diésel, que sí se mantiene subsidiado.
En otras palabras, el galón de gasolina que los colombianos pagan más caro, está financiando el diésel más barato que usa el transporte de carga y el transporte público que tienen en vilo al Ejecutivo, pues han dicho que los precios de los combustibles están mal calculados.
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