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La expectativa se genera porque aún faltan dos meses para terminar el 2015 y analistas del sistema financiero, incluso los mismos empresarios, consideran que el IPC terminaría el 2015 entre un 6,0 % y un 6,5 %, tal como ya lo había anticipado la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif.
La preocupación radica en que esos resultados se tendrán en cuenta a la hora de definir el reajuste del salario mínimo para el 2016.
A eso se suman otras dos variables contundentes en el mercado: un dólar alto, cercano a los $2.900, y unas tasas de interés que volverán a aumentar en el mediano plazo, teniendo en cuenta que la semana pasada el Banco de la República decidió ajustar la tasa de intervención medio punto porcentual y llevarla hasta el 5,25 %.
“Me atrevo a pensar que el Gobierno Nacional no tendría en cuenta el porcentaje de productividad en la discusión del salario mínimo. En pocas palabras lo dejaría en cero”, expresó un analista financiero quien pidió reserva de su identidad.
La reflexión que hacen los analistas consultados es que si al finalizar el año el Índice de Precios al Consumidor, IPC, se ubica en 6,1 % ó 6,2 % y se le suma un probable porcentaje de productividad, fácilmente el ajuste del salario mínimo para el 2016 podría estar cercano al 6,5 %, lo que sería un alza de $ 41.860.
“Una cifra muy alta teniendo en cuenta el panorama de la economía colombiana, la cual no crecerá más del 3,0 % este año, según los estimativos más recientes que hizo el Banco de la República”, comentó Efraín Pantoja, académico de la Universidad de la Sabana.
Un incremento del salario mínimo de esa magnitud, en un rango de entre 6,0 % y 6,5 %, dejaría contentos a millones de colombianos, pero muy preocupados a los empresarios y al mismo Gobierno Nacional porque se aumentarían los costos de contratación de mano de obra.
Andrés Pardo, director de investigaciones de la compañía financiera Corficolombiana, explicó que habrá presiones indeseadas en el mercado laboral. “El alto costo laboral podría generar que algunas compañías no aumenten sus plantas de personal o por el contrario, decidan reducirla si el reajuste del salario mínimo supera el 6,0 %”, indicó.
Para Juana Téllez, directora de investigaciones del Bbva, lo ideal para el empresariado, en esta ocasión, es que el alza solo tenga en cuenta la inflación y no el nivel de productividad, pero eso está por verse.
“Es muy probable que la inflación del 2015 supere el 6,0 % y el reajuste del salario mínimo esté un poco por encima, pero dadas las actuales condiciones económicas del país, es complicado que el Gobierno Nacional acepte un aumento del orden del 6,2 % ó 6,5 %. En consecuencia, el reajuste se podrá dar por la vía del decreto, pues difícilmente las organizaciones sindicales aceptarían un reajuste inferior”, comentó.
Las centrales obreras confían en que haya un buen ambiente para la negociación, pese a la actual coyuntura económica.
Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General de Trabajadores, CGT, sostuvo que “llegaremos con ¿ la disposición de un acuerdo, partiendo de lo positivo. No es lo mismo una negociación con una inflación de 1,94 %, como fue hace unos años cuando se logró un incremento de 4,5%, a una inflación que este año estaría entre el 5 % y el 6 %”.
Agregó que siempre hay argumentos para tratar de buscar un incremento menor del salario de los trabajadores como el tema de la devaluación, los precios bajos del petróleo o el aumento de las tasas de interés, “pero también es real que la inflación que vive el país ha generado la pérdida de la capacidad de compra de los trabajadores y este será otro punto clave que se debe ver reflejado en la discusión del salario mínimo del 2016”.
Para el docente universitario Jhon James Mora, profesor del departamento de Economía de la Universidad Icesi, este año el aumento de la inflación ya superó el alza del salario mínimo del 2015, que tuvo un alza del 4,5 % y, por lo tanto, se puede decir que el salario real a la fecha no ha tenido incremento.
“En años anteriores el crecimiento del salario por encima de la inflación se facilitó porque los precios estuvieron controlados, pero este año ese incremento estará muy ajustado a la inflación y es probable que no se llegue a un acuerdo y el Gobierno lo fije sin incluir productividad”, explicó.
Las variaciones de precios más altas
En los diez primeros meses del 2015 el grupo de bienes y servicios de la canasta familiar en Cali que más ha incrementado sus precios es el de alimentos. Reportó una variación de 10,31%, una de las más altas del país.
La diversión, el entretenimiento y el transporte mostraron las segundas variaciones más altas entre enero y octubre de este año, con incrementos de 4,91 % y 4,83 %.
En lo corrido del año en la capital del Valle del Cauca los precios de la canasta familiar subieron 5,40%.
La entidad señaló que el propósito es atender la sobrecarga en el sistema y garantizar la oferta frente al aumento de la demanda
En la sesión de este martes se aprobó otro bloque de 10 artículos que ofrece beneficios sindicales y condiciones para despidos