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El más reciente cambio fue la aprobación de la Asamblea de Accionistas para que la Junta Directiva de la petrolera pase a tener una vigencia de dos años a cuatro años
Con la elección del nuevo presidente de la República, Gustavo Petro, se especula de cuál será la relación entre su Gobierno y la administración con Ecopetrol, la empresa más importante del país. Basta ver las cifras de la Superintendencia de Sociedades para establecer la relevancia de la petrolera en la economía nacional.
La empresa volvió a liderar en materia de ventas el año pasado con un crecimiento en ingresos operacionales de 83,39% y que sumó $91,74 billones; así como sus $16,6 billones de ganancias.
Los cuestionamientos sobre la relación de la petrolera con el Estado empiezan cuando se mira la composición accionaria de la organización. Las entidades estatales tienen más de 36.300 millones de acciones millones se acciones y una participación de 88,49% en la compañía de la iguana. Igualmente hay accionistas minoritarios que con 11,51% de la participación tienen 4.700 millones de acciones.
Al cotejar las cifras queda claro que el Gobierno tiene el mayor peso sobre la compañía y es clave preguntarse ¿qué pasará con el gobierno corporativo durante el próximo cuatrienio y cómo funciona el sistema de contrapesos para mover la junta?.
Durante el periodo que está a punto de finalizar con Iván Duque, por ejemplo se dieron algunos cambios dentro de Ecopetrol.
El más reciente fue la aprobación de la Asamblea de Accionistas para que la Junta Directiva de la petrolera pase a tener una vigencia de dos años a cuatro años. Con esta decisión se logró una permanencia de la junta y el equipo directivo que compone parte del gobierno corporativo que rige desde 2021 hasta 2025.
Los cambios durante este lapso solo podrán hacerse mediante una nueva reforma de estatutos. La junta directiva de la organización está liderada por Luis Guillermo Echeverri y conformada por Cecilia María Vélez White; Germán Eduardo Quintero Rojas; Hernando Ramírez Plazas; Carlos Gustavo Cano Sanz; Sergio Restrepo Isaza; Luis Santiago Perdomo Maldonado; y Esteban Piedrahita Uribe. Anteriormente, Juan Posada hacía parte de la Junta de la petrolera, pero fue seleccionado para la presidencia de ISA.
Según Diego Márquez, abogado experto en gobierno corporativo, la petrolera tiene un sistema complejo por la participación que tiene el Estado, pero también por la estructura que cobija a particulares y accionistas. El actual presidente de Ecopetrol es Felipe Bayón y una próxima elección para la presidencia de la organización debe pasar por el sistema de contrapesos que ejerce la Junta Directiva. “Esto es importante tenerlo claro: el presidente de la República no va a designar al presidente de Ecopetrol en la teoría”, afirmó Márquez.
El experto dice que en la Junta Directiva sí hay miembros del Gobierno, representantes, por ejemplo, de las carteras de Hacienda y Minas y Energía. Sin embargo recalcó que hay contra pesos: “el Gobierno no puede hacer lo que quiera y cuando quiera porque, pese a que es el accionista mayoritario, se protegen a las minorías a través de múltiples mecanismos”, afirmó.
El gobierno corporativo de la petrolera está pensado, precisamente, para que los accionistas minoritarios y tenedores de bonos puedan tener una representación dentro de la estructura empresarial. “Las decisiones del Gobierno Nacional deben pasar por un filtro de debate y discusión, además de una votación. No es tan directa la injerencia que puede tener el Estado en la administración de Ecopetrol: el Gobierno es el jugador determinante, pero no es aquel que determina”, afirmó Márquez.
El sistema de pesos y contrapesos es importante para no generar pánico en las bolsas, teniendo en cuenta que la cotización de la empresa es importante para el país.
El gobierno corporativo busca generar bonanzas para Ecopetrol, cuya ambición es crecer hasta 40% en 2050 a través de negocios de bajas emisiones, hidrógeno y energías renovables de la transición energética, dijo Bayón.
Alexander Guzmán Vásquez, docente del Colegio de Estudios Superiores de Administración (Cesa), afirmó que en general las empresas de propiedad estatal han tenido avances en materia de gobierno corporativo. "Desde que Colombia decide recorrer el camino para ingresar a la Ocde hemos tenido avances importantes en entender que las empresas tienen unos grupos de interés que el gobierno corporativo acoge", aseguró.
El experto afirma que el accionista mayoritario es importante dentro de cualquier compañía, incluida Ecopetrol, en la toma de decisiones. "Finalmente, el propietario mayoritario tiene una injerencia importante en cómo se gobierna la compañía y qué reformas estatutarias propone y adelanta y cómo se componen los órganos de gobierno corporativo", afirmó.
Sobre este punto, María Andrea Trujillo, investigadora del Cesa, señala que "el gobierno corporativo provee a cualquier organización con las herramientas necesarias para la toma de decisiones en un ambiente de confianza y transparencia". Por esto mismo, el dueño querrá que su voluntad se vea reflejada es estas decisiones tomadas que puede poner a prueba el funcionamiento de este órgano.
Ahora bien, Guzmán cree que el accionista mayoritario debe adherirse a las buenas prácticas internacionales y sumarse a las lógicas del gobierno corporativo, como el sistema de contrapesos nombrado anteriormente, pero es un tema más de voluntad administrativa.
"Todo sistema de gobierno corporativo tiene pesos y contra pesos, pero el accionista mayoritario tiene un poder importante que es natural. Si se tiene 80% de los flujos de caja de una compañía, se logran unos derechos y atribuciones por ser propietario de dichos flujos", agregó. Si bien existe un sistema que busca la equidad dentro de la administración de Ecopetrol, lo cierto es que las decisiones estructurales de los próximos cuatro años dependerán de la voluntad del gobierno de Gustavo Petro para lograr consensos.
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