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La tendencia es clara: un reciente estudio realizado por Ericsson ConsumerLab muestra que 43% de los colombianos prefiere tener acceso a internet y aplicaciones en su teléfono móvil que servicio de llamadas y mensajes de texto, y desde el primer trimestre del año pasado ya era evidente que el mercado de telefonía móvil da preferencia a los smartphones en 65% de los casos.
De igual manera, según el estudio, ocho de cada 10 colombianos acceden a internet, sigue aumentando la posibilidad de conectividad en la base de la población (estratos 1 y 2), crece el uso de tablets y se imponen diferentes escenarios de vida digital en una tendencia que parece madurar de manera importante en este 2015, pasando para muchos de ser un descubrimiento a todo un estilo de vida.
Con estas cifras de por medio es claro que el consumo de los colombianos, sobre todo en las grandes ciudades, está girando totalmente hacia el escenario web, pero bajo una mirada que debe tener siempre presente una integralidad que comprenda que los usuarios van de un punto a otro y de un tipo de terminal a otra permanentemente sin conformarse con nada.
Hacerlo bien tiene la ventaja esencial tanto para anunciantes como para estrategas, y es su posibilidad de llegar a millones de personas, bien perfiladas a costos relativamente bajos si se comparan con otros formatos y alternativas publicitarias.
De esto, mucho ya se ha hablado pero cobra relevancia en un momento en que el consumidor es cada vez más informado, selectivo e incluso caprichoso, y busca experiencias de valor vinculadas a sus intereses. No hacerlo bien hará que todo esfuerzo sea vano y que grandes propuestas se pierdan entre los millones y millones de vínculos que existen en las redes lo que termina generando una pérdida para las empresas.
En todo este mercado surgen aplicaciones, contenidos, oferta de consumo multimedia, adwords, entre muchos otros formatos donde ninguno terminará siendo excluyente, sino que por el contrario demandará poder considerar a todos como escenarios posibles según la oferta y claro, según la demanda.
Hay que tener claro que en este caso lo importante no será buscar los consumidores para un producto, sino crear productos para cada consumidor, algo que en la era digital es mucho más desafiante pero que, bien realizado, tiene grandes probabilidades de ser exitoso, pero esa es el reto que deben tener las empresas.
Finalmente, vale la pena mencionar que este momento representa una oportunidad no solo para los anunciantes y estrategas, sino que también lo es para los consumidores, que en el mundo digital tienen mayores posibilidades de encontrar más y mejores alternativas para adquirir, experimentar y entender todo lo que este 2015 tiene para ofrecer para los cada vez más exigentes consumidores.
Los consumidores están llamados a ver las ofertas del mercado que día a día son cada vez más novedosas. Por su parte, las empresas deben pensar en sus consumidores como personas que cambian y que demandan nuevos productos que no se puedan diferenciar de lo que ya se está ofreciendo.
Los compradores son racionales y emocionales
Un consumidor es racional cuando entiende el por qué de la necesidad, la justifica, la valida, se siente seguro, tranquilo o alegre por la decisión que está tomando, por ende, actúa y compra. Y es emocional, cuando un fuerte sentimiento (que es la racionalización de la emoción) motiva la compra del producto, realiza la compra y, por último, busca justificaciones o razones objetivas de su acto.
Juan Fernando Diez
Director Global de Mercadeo para Publicar
