Ralph Hannah, el agente de los Guinness World Records que estuvo ayer en Cartagena para certificar la marca mundial de la mayor cata de ron del mundo, contó que las personas que rompen los récords no reciben ningún pago por parte de la organización. Lo único es un certificado y quedar inscrito en los archivos internacionales. Y aunque se puede obtener de manera gratuita por internet, el tener a un agente presente genera una tarifa para cubrir el servicio.