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Analistas 21/03/2023

Mercados y Estado: Keynes-Samuelson Vs. Hayek-Friedman

Sergio Clavijo
Prof. de la Universidad de los Andes

Nicholas Wapshott (2012 y 2021) ha producido dos maravillosas obras profundizando el debate socio-económico entre mercados y Estado durante el periodo 1920-2020. En la primera contrapuntea Keynes Vs. Hayek y en la segunda Samuelson Vs. Friedman.

Allí se ilustra cómo la profesión ha ido aprendiendo sobre vasos comunicantes entre política monetaria y fiscal. Durante 1920-1945 se avanzó en entender las políticas contra-cíclicas, enfatizando lo monetario (1929-1937), de la mano de Hayek-Friedman, y lo fiscal (1937-1945), liderados por Keynes-Samuelson. Ambos bandos, afortunadamente, tenían claro que a la base de cualquier sistema capitalista exitoso descansaba la democracia representativa.

Las ideas de Keynes (en auge 1908-1946) chocaron con las de Hayek (economista austriaco, en auge 1944-1992). Keynes terminaría ganando el debate económico, al menos hasta finales de los años ochenta, cuando el rebrote inflacionario dio paso a darle preeminencia al banco central como estabilizador primordial (reconocido inclusive por el declarado Keynesiano Blinder, 2021 “A Monetary and Fiscal...”).

Pero Hayek ganó el debate político de largo plazo al alertar sobre peligros anti-democráticos de izquierda-socialista y derecha fascista. Esos riesgos estuvieron acotados en guerra fría (1963-1989), creyéndose que China y Rusia se acercaban a democracia global (1990-2020). No obstante, los sorpresivos sucesos de los años recientes (2021-2023) han revivido estos riesgos de gobiernos totalitarios como los de China queriendo apropiarse de Taiwán y Rusia de Ucrania.

En el debate económico, Keynes enfatizó la importancia macro de balancear adecuadamente la política fiscal con la monetaria durante fases recesivas. Su mentor Marshall (en 1890) se había limitado al mundo micro-económico y pasaba por alto el problema de la “trampa de liquidez”. Si bien Hayek también se percataba de este último problema, nunca tuvo una visión integrada entre dinero, inversión y su multiplicador.

A nivel práctico, Wapshott aporta mucho al comparar lo ocurrido en Estados Unidos y Gran Bretaña durante el período pos-keynesiano (tras su fallecimiento en 1946, a la edad de 62 años). Su balance da para pensar que el debate entre keynesianos y monetaristas a nivel de lo práctico continúa abierto, sin un claro ganador. De hecho, la Gran Recesión (2008-2013) requirió mezclar ambas políticas para evitar los errores contractivos de la Gran Depresión (1929-1933).

Lo paradójico es que la inspiración ideológica Hayek-Friedman no le impidió a la Administración Reagan intentar reescribir algunos principios económicos que fueron populares (y que de hecho se repitieron bajo Trump) tales como: i) el voodo-economics (basados en la “curva Laffer”) y postulando que la baja de impuestos corporativos y de los hogares más ricos permitiría revitalizar la economía y pagarse automáticamente los menores tributos gracias a la supuesta aceleración económica; y ii) que la Fed tendría el poder de contrarrestar la presión fiscal, alzando las tasas de interés, y sin incurrir en fases recesivas.

En la obra Samuelson - Friedman (2021), Watshopp detalla el profundo debate (y amistad) que entablarían estos premios Nobel de Economía (el primero en 1970 y el segundo en 1976). Ambos crecieron en hogares llenos de dificultades, pero paradójicamente a Samuelson nada de faltó en la zona rural de Indiana y logró estudiar en la Universidad de Chicago (gracias a su precocidad) y, en cambio, Friedman tuvo que recurrir a múltiples trabajos para poderse costear sus estudios en Brooklyn y después llegar a la Universidad de Rutgers.

Tanto Paul como Milton deslumbrarían tempranamente: Samuelson con su mentalidad matemática-conceptual y Friedman con su capacidad de razonamiento profundo enfocado hacia el mundo práctico. A lo largo de casi cinco décadas, sus debates sobre Estado y mercados alimentarían a un público amplio en los Estados Unidos (a través de columnas semanales en Newsweek durante 1965-1984) y dejarían un invaluable aporte sobre políticas públicas.

De Friedman (fallecido en 2006) y Samuelson (en 2009) se diría que fueron “los dos últimos grandes economistas que aportaron en múltiples frentes”; el primero destacándose por su aguda capacidad de debate, teniendo gran llegada al hombre del común, y el segundo por su rigurosidad al formalizar la esencia de los problemas y sus posibles soluciones.

Friedman continúa siendo recordado como el padre de: la retención en la fuente del imporrenta; el impuesto negativo a favor de clases bajas; la profesionalización de la fuerza pública (en vez de la conscripción); el esquema de “vouchers educativos”; las reglas monetarias y fiscales que les “atan manos” a gobiernos para menguar su activismo; y determinantes del consumo-ahorro anclados en ingreso permanente (no temporal); Y Samuelson como el gran inspirador de: escuelas de economía mas cercanas a la ingeniería (como el MIT); modelos de crecimiento-inversión que equilibran ahorro-consumo inter-temporalmente; la síntesis neo-clásica que reconoce el papel dual fiscal-monetario; y la importancia de la intervención Estatal para mejorar la distribución del ingreso y combatir la pobreza. Ambos de origen judío, lucharon también contra la discriminación, que habían sufrido en carne propia, triunfando gracias a su talento y espíritu combativo.

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