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Analistas 13/05/2014

Inflación de abril y ajustes a la postura monetaria

Sergio Clavijo
Prof. de la Universidad de los Andes
La República Más
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El Dane reportó que el mes de abril registró una inflación de 0,46%. Este dato tomó por sorpresa al mercado, pues resultó muy superior al previsto por los analistas (0,32%) y prácticamente duplicó la cifra observada un año atrás (0,25%). Con ello, la lectura anual de inflación se aceleró notablemente de 2,51% a 2,72%, acercándose al punto medio del rango-meta de largo plazo del Banco de la República (BR).

Peor aún, la aceleración de la inflación subyacente (sin alimentos) ha sido aún más marcada, alcanzando 2,85% anual (vs. 2,62% en marzo). En buena medida ello se explica por la transmisión de mayores costos de los importados, debido a ritmos de devaluación de 12% anual durante el primer trimestre. También se sienten presiones en el componente de alimentos, ahora a  2,39% anual (vs. 1,6% un año atrás), poniendo de manifiesto un cierre de la brecha de inflación.

A nivel microsectorial, la inflación de abril se incrementó en grupos claves, como los de alimentos (0,7%), vivienda (0,55%), transporte (0,4%) y salud (0.36%). Por su parte, la inflación del IPP también fue significativa, registrando 0,43% en abril, con lo cual su lectura anual se ha elevado al 3,4% anual (vs. una deflación de 2,4% un año atrás).

En el plano internacional, han aparecido nubarrones que presagian menor crecimiento del esperado.  Por ejemplo, en Estados Unidos el crecimiento potencial a tasas de 3% parece que tendrá que esperar al año 2015, pues durante el primer trimestre el crecimiento fue prácticamente nulo, frente a un esperado 1% anual.  Con ello, ahora el pronóstico se ha reducido a solo 2,3 para 2014.  

La zona euro se verá afectada por el conflicto Ucrania-Rusia, siendo Alemania el principal damnificado. Se espera que el BCE actúe pronto a través de mayores expansiones monetarias (LTROs) para evitar la deflación, en momentos en que la inflación ha continuado reduciéndose a solo 0,5% anual. A su vez, América Latina no será la excepción en materia de desaceleración, pues su pronóstico de crecimiento se acaba de recortar nuevamente a solo 1,8% en 2014, por cuenta de pobres desempeños en Brasil (1,4%) y Chile (2,9%), amén de los desastres de Venezuela (-1%) y Argentina (-1,5%).

En Colombia, afortunadamente, la actividad económica ha continuado a buen paso, donde nuestro ALI nos indica expansiones a ritmos de 5% anual durante el primer trimestre de ese año.  De ser así, se estarían completando cuatro trimestres continuos por encima del potencial de 4,5% anual, lo cual da un claro sustento a nuestra hipótesis de que la brecha del producto ya se ha cerrado en este segundo semestre del año.

El anterior panorama, resulta consistente con lo actuado por el BR, al haber iniciado su ciclo alcista en la tasa repo-central en su pasada reunión de finales de abril, elevándola de 3,25% a 3,5% (decisión de la cual aparentemente solo se apartó el Ministro de Hacienda). Este movimiento anticipó en un mes lo esperado por el mercado, el cual pronosticaba que dicho movimiento ocurriría a partir de mayo. Cabe resaltar que dicha decisión fue tomada por el BR antes de que ocurriera la “sorpresa” inflacionaria alcista de abril, ya comentada.

Anif es de la opinión que, dada esa sorpresa inflacionaria de abril (con lecturas de 2,9% anual en la inflación subyacente) y el cuasi-cierre de la brecha de producto, el BR debería continuar y acelerar su seguidilla de incrementos en la tasa repo-central, esta vez con +50pbs, llevándola de 3,5% a 4% en su próxima junta de mayo. Esto con el propósito de: a) contener las crecientes expectativas de inflación; b) moderar una expansión crediticia que ha continuado a ritmos de 10% real anual (duplicando el crecimiento económico); y c) reducir la temperatura del “Indice de Recalentamiento Económico (IRE)”.

Ahora bien, como los niveles de las tasas de interés deben ser consistentes con las cantidades de circulante, el BR también deberá aplicarse en operar las manijas de la liquidez, pues esta última luce excesiva con dinero-transaccional creciendo a 14% real.  Señal de que esa falta de consistencia monetaria entre precios y cantidades está obstaculizando el llamado “canal de transmisión crediticia” es que la DTF, en vez de elevarse, ha continuado reduciéndose hacia 3,8% anual.  Esto ocurre en momentos en que los hogares exhiben los mayores niveles de endeudamiento desde 1995-1997, alcanzando un 34% de su ingreso disponible. Otra razón para que el BR actúe pronto y con la independencia que lo caracteriza tiene que ver el actual ciclo político, el cual indica que nos iremos a una segunda vuelta electoral hacia finales de junio del 2014.

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