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Analistas 15/09/2014

Consolidación financiera del Indicador Bancario de Referencia

Sergio Clavijo
Prof. de la Universidad de los Andes
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El actual ciclo de normalización monetaria del Banco de la República (BR) ha conllevado incrementos en la tasa repo de +125pbs durante marzo-agosto de 2014, llevándola a 4,5% nominal. Sin embargo, la transmisión del canal crediticio ha sido nula, pues la cartera sigue expandiéndose a tasas de 10% real. Ello obedece principalmente a que la DTF ha permanecido estática alrededor de 4% a lo largo de este año frente a un aumento esperado de al menos +125pbs.

Recordemos que la tasa de interés DTF es el referente de las condiciones de captación de dineros y de su transmisión al lado activo del balance financiero, dado que el grueso de los préstamos se pacta en DTF + un spread de riesgo crediticio. Sin embargo, dicha tasa tarda en recoger los ciclos financieros y no captura adecuadamente las “apuestas” de liquidez que hacen los bancos ante el BR. 

En consecuencia, el sistema bancario y las autoridades financieras implementaron el Indicador Bancario de Referencia (IBR) desde principios de 2008, el cual se calcula actualmente para tres plazos: overnight, 1-mes y 3-meses. Dicho indicador es una tasa de interés que refleja el costo de fondeo-colocación de corto plazo de un conjunto de agentes compuesto únicamente por bancos representativos y homogéneos en materia de riesgo, solvencia y liquidez.

En estricto sentido financiero, el IBR es más fidedigno que la DTF a la hora de reflejar las condiciones del mercado monetario. Esto debido a que en la formación del IBR se comprometen recursos bancarios, generando costos y beneficios en sus “apuestas”. En cambio, la DTF simplemente corresponde a un promedio ponderado de la remuneración que reconocen todos los establecimientos de crédito a las captaciones con CDTs a 90 días. Es decir, la DTF es el precio de un producto de captación específico, que se determina con información de agentes heterogéneos en su fondeo, donde pueden incidir costos no financieros (v. gr. red de oficinas y fuerza comercial). 

Otra virtud del IBR es su cálculo diario y a diferentes plazos, capturando así “la curva de liquidez” en cada momento. Por el contrario, la DTF se determina semanalmente con base en información observada en los 5 días hábiles previos a su vigencia, reflejando condiciones rezagadas de mercado.

Nótese que el IBR ha venido siguiendo de cerca la tasa repo del BR. En contraste, la DTF registra comportamientos volátiles, generando brechas frente a la repo-central según se trate de fases expansivas/contractivas de la política monetaria. Por ejemplo, durante la normalización monetaria actual, el BR ha elevado la repo-central de 3,25% a 4,5% durante marzo-agosto de 2014. Ello ha provocado incrementos en todas las referencias del IBR: +96pbs en el overnight; +116pbs a 1-mes y +122pbs a 3-meses.  En cambio, la DTF solamente aumentó en 15pbs (de 3,89% a 4,04%). Ello evidencia la mayor eficacia y prontitud con que el IBR transmite la postura monetaria del BR a lo largo de la estructura de tasas de interés.

Sin embargo, el posicionamiento del IBR como referente del lado activo del balance bancario o del mercado de capitales todavía es incipiente, aunque se han venido haciendo algunos progresos. Por ejemplo, durante diciembre 2010-abril 2014, las posiciones activas atadas al IBR se incrementaron de 0,1% del activo bancario total a 5,8%.  Algo similar ocurrió en la atadura al IBR por el lado pasivo, elevándose de 1,5% a 6,9%.

En las colocaciones de bonos corporativos, el monto indexado al IBR también se incrementó, pasando de 3,6% del total emitido a 16,9% durante 2009-2013. Para 2014, se proyecta que dicha participación del IBR podría elevarse significativamente, hasta llegar a niveles cercanos a 35% del total.  En el mercado de derivados, cabe destacar las importantes posiciones (activas y pasivas) que han venido tomando los bancos en swaps atados al IBR, las cuales representaron 66% del total de posiciones del sector referenciadas a dicho indicador en abril de 2014. 

En síntesis, el IBR es definitivamente un mejor indicador de la situación de liquidez en la economía colombiana que la tradicional DTF. Su rápida transmisión, respecto de lo que ocurre con la repo-central, es algo que debe llevar el mercado a profundizar su uso como referente bancario (pasivo/activo) y del mercado de capitales. Para acelerar la sustitución de la DTF por el IBR se requiere: i) la utilización del IBR por parte de todos los establecimientos de crédito; ii) continuar extendiendo su curva, lo cual contribuiría al desarrollo de referentes de valoración y al diseño de derivados; y iii) preservar sus elevados estándares de transparencia y credibilidad.

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