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Analistas 23/03/2024

Vargas Lleras y la fantasía

Santiago Angel

El presidente Gustavo Petro recibió una enorme lluvia de críticas en su contra con la propuesta de la asamblea nacional constituyente. Respetados académicos que han acompañado a Petro en la mayoría de sus apuestas, se distanciaron de la constituyente porque, como es obvio, la Constitución de 1991 es absolutamente garantista en Derechos Humanos, fue para la región un avance incontrovertible de la época y una posición vanguardista, mientras que los otros países mantenían constituciones de dictaduras del siglo anterior.

Ningún líder político estuvo de acuerdo con la propuesta de la asamblea, que luego mutó a proceso, menos Vargas Lleras. El exvicepresidente seguramente tiene una lectura inteligente -de todo se le puede acusar menos de ingenuo- para sacarle provecho a un momento político que quiso capitalizar. Luego de anunciar que estaba de acuerdo con la constituyente de Petro, pasó la semana dando entrevistas para retar al presidente y dijo, incluso, que se podría debatir una reducción al periodo presidencial.

El problema es que todas las cifras de Vargas Lleras juegan en su contra y pareciera estar subestimando el poder del presidente. Revisemos. En las elecciones de 2018, Vargas Lleras, siendo vicepresidente, obtuvo 1,4 millones de votos, incluso por debajo de Sergio Fajardo, que logró 4,6 millones de votos sin un ápice del poder burocrático que ejercía el Gobierno Santos entonces. A pesar de que Santos había firmado la paz en 2016 y era Nobel, con los medios a su favor y con la enorme clientela política de su administración, con congresistas que literalmente se adueñaron de entidades enteras (recuérdese Fonade), Vargas Lleras no llegó a un millón de votos y medio. Alguien me dijo esta semana: “sería el mejor presidente, pero es el peor candidato”. Gran resumen.

A la propuesta de reducir el mandato presidencial, Petro le contestó a Vargas Lleras más inteligente que él. “Interesante. Si me ganan me retiro, pero, si el pueblo gana, ¿qué?”. Aunque el mandatario negó una y otra vez su interés de reelegirse, así como había negado una y otra vez su interés de hacer una constituyente, Vargas le dio el balón para que este jugara con esa posibilidad. Qué miedo un gol.

Lo que es extraño que el exvicepreisdente no vea, es que ganarle a Petro hoy es muy difícil. Es verdad que las encuestas arrojan hasta 64% de desaprobación, pero son las mismas encuestas que se han equivocado una y otra vez en Colombia y en todo el mundo. Solo esta semana, luego de que Petro anunció su propuesta, estuvo en Tolú, Montería, San Antonio del Palmito, La Mojana, Tierralta, Apartadó y Ayapel. Siete municipios en tres departamentos en solo cuatro días, en donde habló en cada uno durante dos y tres horas dando discursos efervescentes, carismáticos, que ponían a llorar hasta a su gabinete, y al tiempo que entregaba tierras, inauguraba obras universitarias y anunciaba agua potable en vez de 4G. No solo es eso.

Petro también puso en el acelerador la política pública de transferencias con sus fichas en Hacienda. El propósito de Alexander López es mostrarle resultados urgentes al presidente en el corto plazo y el Gobierno ya anunció los primeros giros para adultos mayores sin el trámite de la reforma pensional. Es decir, Petro tiene pueblo, recursos, organización de bases y discurso, en lo que nadie lo supera. Vargas Lleras tiene poder (contralor quizás), pero está mermado. No sé si con eso pueda ganarle una constituyente a Petro en su cancha, que es también la del populismo. Y está visto que ahí no hay mejor oponente que los demagogos. El riesgo es enorme y las probabilidades muy pequeñas.

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