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Analistas 28/09/2023

Un aterrizaje suave

Rodrigo Botero Montoya
Exministro de Hacienda

Quienes viajan en avión pueden apreciar la pericia que demuestran los pilotos para hacer un aterrizaje suave, particularmente en condiciones de fuerte turbulencia.

El símil de la aviación comercial se utiliza para describir el objetivo de las autoridades monetarias de reducir la inflación, sin causar traumatismos en la actividad económica y el nivel de empleo. Eso es lo que están intentando hacer en la actualidad tanto la Reserva Federal como el Banco de la República.

Regresando al símil aéreo, lo que los responsables de efectuar la maniobra de aterrizaje esperan de los pasajeros es que se abrochen los cinturones de seguridad y se abstengan de ofrecer consejos.

Si bien en un mundo incierto es arriesgado hacer predicciones, los indicadores disponibles sugieren que en Colombia se está logrando hacer un aterrizaje suave.

Tanto los analistas como los mercados proyectan que el ritmo de inflación será de un dígito alto en diciembre de este año y de un dígito bajo al finalizar el año próximo, sin que la economía haya entrado en recesión.

Esa expectativa explica la relativa estabilidad macroeconómica que se observa en los últimos meses de 2023.

Si las proyecciones mencionadas se cumplen, la política monetaria habría obtenido un logro meritorio. Mientras ese propósito se hace realidad, los responsables de implementarla preferirían que los observadores se abstuvieran de indicarles cómo hacer su oficio. Dentro de ese orden de ideas, las recomendaciones de reducir la tasa de interés de intervención por parte de los voceros de la Andi y la Asociación Bancaria, además de ser inoportunas, son impertinentes.

La función de los gremios es la de defender los intereses de sus asociados, lo cual es normal y respetable en una economía de mercado. Pero el interés gremial es diferente del interés nacional, así pueda coincidir ocasionalmente con éste. La responsabilidad de quienes dirigen la política monetaria es la de promover el interés nacional.

Es explicable que el gobierno también esté solicitando hacer menos restrictiva la política monetaria. En épocas electorales, los gobiernos prefieren que los bancos centrales contribuyan a que haya abundancia de crédito por medio de una política monetaria laxa.

La razón de ser de la independencia del Banco de la República es precisamente la de evitar que determinado gobierno pueda presionar a sus directivos para que tomen decisiones que respondan a intereses políticos partidistas.

El Ministro de Hacienda, quien ha sido respetuoso de la independencia del Banco, adhirió a la recomendación de los gremios, probablemente siguiendo instrucciones presidenciales. El Ministro preside la Junta Directiva del Banco de la República y participa en sus decisiones con derecho a voto. Pero ese es apenas un voto del total de siete que corresponde a los integrantes de la Junta.

El Ministro puede quedar en minoría tal como ha sucedido en ocasiones anteriores, bajo distintos gobiernos. El que así suceda habla bien de la institucionalidad colombiana.

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