La luz de la maquinaria empresarial

“¿Pero a usted porque le da tanto miedo? Todo eso que dicen es mentira”

Esta semana he sentido como nunca la incertidumbre. Por un lado una handanada de noticias de todas las esquinas y desde todos los ángulos, y por el otro, el desasosiego que produce la inestabilidad “cuatriañera” electoral de la amenaza populista contra la libertad. A veces me paso horas consumido por la impotencia, ¿cada 4 años el mismo riesgo? ¿Cada 4 años el mismo miedo? Esa es la democracia, el mejor sistema encontrado por el ser humano en la historia para gobernarce a si mismo, el sistema que es contrario a la esclavitud pero que lamentablemente algunos usan para devolver los tiempos del sometimiento al presente, como en una película de ficción, pero de terror a la vez. Y es que el problema no es de izquierdas o de derechas, tampoco de ideologías vacías; el problema es sobre lo fundamental, como diría Alvaro Gomez Hurtado: La libertad y la democracia.

Hace unos días me encontraba en una reunión con importantes líderes de opiniòn, el miedo también los ha tocado a ellos, porque aun sin conocer la política comparada a fondo, su sentido común les ha dicho que no es posible disminuir la pobreza imprimiendo billetes, no es posible generar empleo atacando las empresas, no es posible garantizar una vejez digna democratizando las pensiones privadas y desincentivando el ahorro, tampoco es posible unir a Colombia bajo la premisa falsa de los pobres y los ricos. En la reunión alguien les preguntó ¿Y ustedes cuando van a salir a defender la democracia? Esta pregunta, aunque no era para mi porque no soy un líder de opinión, me ha quedado en mi pensamiento hasta hoy. Les pregunto a ustedes lectores, empresarios, directores de empresas, ejecutivos renombrados: ¿Cuándo van a salir a defender la democracia? No se que genera más impotencia si el miedo electoral o el silencio pasmoso de los “líderes”. ¿A que juega un líder que silencia su voz en el momento más trascendental de sus liderados? ¿En qué juego se salva a un país a punta de cadenas de Whatssap? Las crisis dejan siempre grandes e indiscutibles conclusiones, la de hoy es clara: Ausencia de liderazgo.

Por un incidente aéreo que tuve hace años, me cuesta muchas veces montarme en un avión. Recuerdo que me sudaban las manos pero me servía pensar que el Piloto como líder del avión tenía todo bajo control. Un pensamiento infantil que aplicaba a mi país porque aun en los momentos de violencia más cruda, afloraron las voces valientes y los liderazgos sin cálculo. Hoy todo tiene un color diferente, porque hay posiciones o cargos que valen más que la democracia de un país o la salud de una nación. Dicen el poeta Jorge Robledo Ortiz:

Dile a quien te pregunte, que aquí donde el Capiro
Celosamente cuida las ruinas de una casa,
El corazón comprende que ya no es su latido
Como el de aquel abuelo que se murió de ruana.

Dile a quien no lo sepa que aquí bajo este cielo
En donde hasta la espina da su dolor con gracia,
Antioquia sigue siendo tierra de los abuelos
Pero ya no tenemos la honradez de la raza

Ya no cantan los tiples ni florecen los trinos,
Ya no es dulce el trapiche ni es firme la palabra,
Se fueron los abuelos, se nos borró el camino
Y del tiempo pasado sólo queda esta casa.

Entonces, queda una solo enseñanza de esta circunstancia. Los redentores de nuestras vidas, somos nosotros mismos, los protectores de lo mucho o lo poco que tenemos, somos nosotros mismos, los guardianes de nuestra democracia y nuestras libertades, somos nosotros mismos. Porque no hay posibilidad de que ninguna maquinaria política, ni siquiera la de los apoyos ilegales, venza la maquinaria empresarial. En Colombia, el 94% de las empresas, son micro empresas, y de cada 100 empleos, 6 los da el Estado con los impuestos de todos los Colombianos y los otros 96 los dan los empresarios de todos los tamaños muy a pesar del Estado. Empresarios de todos los tamaños, transformemos la historia, apaguemos la oscuridad de las maquinarias políticas con la luz en libertad de la maquinaria empresarial.