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En el mundo corporativo actual, dos de los pilares fundamentales para el éxito y crecimiento de una empresa son la selección de talento y la capacitación. Aunque ambos procesos son cruciales para el desarrollo organizacional, existen diferencias importantes entre ellos en cuanto a sus objetivos, enfoque y resultados. A continuación, exploramos las características de cada uno, sus beneficios y cómo se complementan para crear equipos altamente efectivos.
La selección de talento es el proceso mediante el cual las organizaciones identifican, evalúan y reclutan a los mejores candidatos para ocupar un puesto de trabajo. Este proceso implica una serie de etapas que incluyen la definición del perfil del puesto, la búsqueda de candidatos, las entrevistas, las pruebas psicométricas, la evaluación de habilidades y la toma de decisiones finales. Pero lo más importante a tener en cuenta en esta fase es lo siguiente.
En primer lugar, es fundamental asegurar que haya una alineación con la cultura organizacional. Un proceso de selección bien ejecutado garantiza que el nuevo empleado se sienta cómodo en el entorno laboral y comparta los valores de la empresa. Segundo, es importante evaluar a la persona en acción. Aunque en las entrevistas se suelen hacer preguntas para comprobar el conocimiento técnico, a menudo el nerviosismo puede afectar las respuestas, pero una vez en el puesto, la persona puede destacarse. Una entrevista por sí sola no revela completamente quién es el candidato hasta que esté en su entorno laboral. Finalmente, es clave involucrar a las personas que interactuarán directamente con el nuevo empleado en el proceso de selección. Si bien muchas veces se culpa al área de talento humano cuando una selección no resulta, es crucial que el equipo, el líder y las áreas correspondientes participen activamente, ya que solo ellos pueden proporcionar una perspectiva precisa sobre si el candidato es adecuado para el puesto.
Por su parte, la capacitación, es el proceso continuo que busca mejorar y actualizar las habilidades de los empleados dentro de la organización. El objetivo principal de la capacitación es mejorar las competencias y habilidades de los empleados, desarrollando su capacidad para abordar los retos del puesto, aumentar su productividad y fomentar su crecimiento profesional dentro de la organización.
La selección de talento se enfoca en identificar y contratar a las personas más adecuadas para un puesto, asegurando que sus habilidades y valores estén alineados con las necesidades y la cultura de la organización. Este proceso es puntual y tiene un impacto inmediato en la integración del nuevo empleado. En contraste, la capacitación es un proceso continuo que busca mejorar las habilidades y conocimientos de los empleados ya existentes, adaptándolos a los cambios del entorno y optimizando su desempeño a largo plazo. Mientras que la selección se centra en la contratación de nuevos talentos, la capacitación se enfoca en el desarrollo constante de los empleados para maximizar su potencial dentro de la organización. Ambos procesos se complementan, ya que una buena selección de talento proporciona una base sólida, mientras que la capacitación permite el crecimiento y la adaptación continua.
Una adecuada selección de talento proporciona la base sobre la cual se puede construir el desarrollo de los empleados mediante programas de capacitación, mientras que la capacitación ayuda a maximizar el potencial de los empleados seleccionados para roles clave dentro de la organización.
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