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Hace algunos días, el “The New York Times” publicó un artículo en el que se cuestionaba el liderazgo masculino, y lo comparaba con aquellos países que tienen de líder a una mujer, en donde se han tomado decisiones más asertivas en el momento de luchar contra la pandemia. Comparto con uds. algunos de los hallazgos y reflexiones.
El periódico realizó una recopilación de datos de mortalidad en 21 países, trece liderados por hombres y ocho por mujeres. Identificaron que mientras que en los lugares donde el liderazgo era femenino el promedio de muertes era de 36 por millón, mientras que en los lugares con liderazgo masculino era de 214 por cada millón.
¿Podrían entonces haberse salvado más vidas con un liderazgo femenino? Interesante reflexión. La epidemióloga de U.c.l.a. Anne W. Rimoin señaló que “Nueva Zelanda, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Islandia, Noruega lo han hecho muy bien quizás debido a los estilos de liderazgo y gestión atribuidos a sus líderes femeninas”.
Hasta hace algunos años, las investigaciones que señalaban la importancia de que las mujeres obtuvieran altos cargos directivos, no únicamente cargos de base, era solo interesante. Sin embargo, después apareció el coronavirus, y ello ha puesto en la cuerda floja estilos de liderazgo.
En los últimos cuatro años se había sentido que el estilo de liderazgo controlador, humillante e irónico estaba mandado a recoger, pero es con esta nueva oportunidad con la que se está haciendo evidente que para que los colaboradores sigan directrices, se motiven al autocuidado, haya mejor sinergia, mejor comunicación se requiere de un líder diferente.
Tal vez las líderes mujeres tienen mucho qué enseñar a los hombres, la historia así lo ha mostrado una y otra vez.
El artículo del “The New York Times” comenta que los países liderados por hombres donde la pandemia azotó a la población de forma desastrosa y desaforada, como una gran peste apocalíptica, tienen en común un líder autoritario, vanaglorioso y furioso que, sin importar lo que estuviera ocurriendo en el mundo, le dio prioridad a su economía y a sus políticas e intereses personales. Muchos lo llamarían ego.
Pero claro, hay muchos que dirían que “las mujeres son exageradas y muy mamás”: interesante, pero estas “exageradas y mamás” tomaron decisiones rápidas para el cuidado de sus habitantes, con lo que han salvado a miles de vidas, y gracias a esas decisiones ha sido posible volver a la vida diaria de una forma más tranquila.
El Dr. Ezekiel Emanuel, de la Universidad de Pennsylvania señaló que en el liderazgo de las mujeres hay un componente a tener en cuenta puesto que ese liderazgo “…. tiene en cuenta reconocer la experiencia y pedir consejo a los expertos”, a diferencia de lo que ocurre a los hombres que se lanzan como si lo supieran todo. Es decir, que los líderes que mejor han manejado la situación del virus han sido aquellos que han buscado la ayuda de expertos y especialistas, y no se creen médicos de la noche a la mañana.
En el listado de cualidades del líder a prueba de pandemia y de crisis encontramos: la comunicación asertiva, el trabajo en equipo, la colaboración, el apoyo con expertos, la prevención y la priorización de tareas.
Considerando lo anterior, es evidente que también algunos líderes hombres han hecho una muy buena gestión, es decir que, al fin de cuenta, el tema no radica en el género sino en la calidad humana del líder y el país que escoge al mismo para gobernar de forma sana y armónica.