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Analistas 15/06/2021

Minimalismo digital

Pilar Ibáñez
Consultora bienestar organizacional

El libro de Amy Blankson “El Futuro de la Felicidad” nos habla sobre un gran concepto conocido como “Minimalismo Digital”. De acuerdo con Amy una persona que es minimalista digital no es aquella que no utiliza la tecnología, sino que la usa de forma sana, que ayuda a su bienestar y que le genera felicidad. Es por esta razón que dicho término se define como “una filosofía de uso de la tecnología en la que se enfoca el tiempo en línea en una pequeña cantidad de actividades cuidadosamente seleccionadas y optimizadas que respalden firmemente las cosas que valora en realidad”. Las personas compran y compran tecnología y consumen de la misma pensando que al tener dicho computador, aplicación, artefacto, accesorio esto los llevará a ser más eficientes, lo que los llevará a ser más productivos, lo que como consecuencia traerá tener tiempo libre para ser feliz.

Pero lo que sucede en la práctica es una situación muy diferente. A continuación, cito un ejemplo muy claro que Amy da en su libro. Una persona ve la publicidad de una aspiradora que aspira sola. La persona piensa que si compra dicho artefacto ya no tendrá que aspirar, por ende, tendrá más tiempo libre, lo que puede ser cierto. Pero el tema es el siguiente: ¿Utilizará este tiempo libre para hacer algo que realmente valga la pena para su vida y crecimiento? Seguramente no. Dicho tiempo lo gastará en redes sociales mirando lo que están haciendo los demás con su vida. Cayendo en miles de distracciones en las que se verá inmerso día a día con la compra, adquisición o consumo de tecnología de forma inconsciente.

Esta reflexión, me lleva a comentar otro gran libro sobre este tema, del autor Nir Eyal, quien habla sobre las “distracciones”. En su libro manifiesta que siempre hay una queja constante sobre cómo la tecnología nos distrae evitando poder cumplir metas y sueños. Nir es enfático en señalar que no es la tecnología la causa de la distracción, sino la falta de conciencia en la utilización de la misma. De hecho, dice que el opuesto de la distracción no es el enfoque o concentración sino la “Tracción”. Las dos palabras distracción y tracción tienen en común la palabra “acción”. La “Acción” que toma una persona puede moverse hacia el cumplimiento de metas o sueños “tracción” o puede moverse muy lejos de ellos “distracción”. Al final, es hacia donde dirigimos la acción en nuestra vida lo que hace la diferencia. Muchas veces dichas acciones son provocadas por una motivación interna u otras externas.

Las motivaciones internas son todas aquellas razones inconscientes por las que huimos hacia la tecnología para no querer afrontar una situación, sensación o emoción. Ejemplo: “para huir de la soledad ingreso dos horas y media a redes sociales”; “Me aburro estando conmigo mismo, huyo viendo películas de acción todo el fin de semana”; “No puedo manejar mi rabia, huyo haciendo comentarios de odio en las plataformas digitales”. Nir aconseja ser muy conscientes de esas motivaciones internas al momento de comprar, adquirir o consumir tecnología.

Las motivaciones externas son todas aquellas notificaciones y publicidad que llegar a todas las plataformas y medios digitales hoy. Nir recomienda en este caso establecer límites digitales, apagar las notificaciones que no sean necesarias, modificar la configuración en plataformas y redes para que esta no sea intrusiva.

Aprovechemos la tecnología de forma consciente para que nos genere felicidad, y que no sea ella la que se aprovecha de nosotros.

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