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Analistas 30/07/2018

La compasión y la felicidad

Pilar Ibáñez
Consultora bienestar organizacional

En las empresas cuando se habla de compasión pareciera que el tema está más relacionado con hacer labores sociales y altruistas, las cuales siempre se dejan a las áreas de Responsabilidad Social o al final de año para dar algún aporte a una fundación. Pero resulta que el tema va un poco más allá de eso ya que está directamente relacionado con el trabajo en equipo.

La compasión no tiene nada que ver con tenerle pesar a la gente, porque el sentimiento de pesar radica en sentir que el otro es inferior y que no podrá salir de la situación en la que se encuentra.

Entonces, la compasión es el sentimiento que se genera cuando se ve que el otro está sufriendo y se quiere hacer algo para ayudarle a que no se sienta así. Entonces, la compasión genera acción. Sobre todo, acción de ayuda o servicio.
El Dalai Lama dice que “para ser feliz, debes practicar la compasión”. Buda, por su parte, señalaba que la compasión tiene que ver con practicar “acción sin daño”, es decir, todo lo que se haga debe llevar a un bien mayor y no menor. Lao Tzu decía que una persona debe ser “amable con los amables, y amable con los no amables”.

En 1871 Charles Darwin escribió un libro llamado “Descent of Man”, en el que describe que el tema de la compasión, radica en generar simpatía y empatía, lo que es una excelente estrategia para que la descendencia tenga mejores características.

“La simpatía ha ido incrementando la selección natural. Las comunidades que tengan mayor número de miembros simpáticos, crearán mejor descendencia”.
La compasión tiene que ver mucho con las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo en las empresas. Si las corporaciones empezaran a educar a sus colaboradores a ser más compasivos no se tendría tantos problemas. Uno de los inconvenientes más grandes es la comunicación la cual radica en la falta de comprensión del otro, la intolerancia, la falta de empatía.

Todos los días me encuentro con miles de problemas a nivel de trabajo en equipo que tienen su raíz en la falta de compasión, ya que todo se mueve desde la individualidad, en la que no existe un equipo sino un grupo de personas cada una jalando para su lado más conveniente. Esto solamente lleva a que los equipos sean ineficientes, que la gente no le guste trabajar, haya estrés, infelicidad y por ende menos producción.

Prontamente le compartiré mi libro “La ciencia detrás de la felicidad” en el que encontrarán muchos experimentos realizados para generar compasión en las empresas.

“Se realizó un experimento con 100 voluntarios en los que se les pedía que escogieran entre hacer algo por ellos mismo que los hiciera feliz o hacer algo por alguien más que lo hiciera feliz. El 80% de las personas escogieron hacer algo por los demás”.

De hecho, realizando el experimento, en unas de las empresas a la cual asesoró decidió que el proyecto final después de ver el curso de liderazgo y trabajo en equipo fuera planificar y llevar a cabo un proyecto humanitario para una población de escasos recursos. Esto no solamente ayudó a la integración del equipo, sino que al existir un bien mucho más grande que ellos mismos para realizar el trabajo de forma conjunta y compasiva se generó una sinergia muy interesante entre el equipo.

Siempre se debe tener algo más grande que uno mismo para que el equipo funcione mejor. Por eso les recomiendo educar y capacitar a los colaboradores en ser compasivos lo cual traerá beneficios para la empresa y obvio para los colaboradores y sus familias.

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