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Analistas 28/06/2022

La ciencia detrás del mood

Pilar Ibáñez
Consultora bienestar organizacional

Cuando se escucha decir que alguien tiene o se levantó con buen mood, o estado de ánimo, qué es lo que realmente sucede allí. Qué es el estado de ánimo o mood, y cómo se diferencia éste de una emoción, de acuerdo a la ciencia. A continuación, comparto algunas investigaciones sobre este tema.

Los científicos Luomala y Laaksonen realizaron una investigación en 2000, en la que analizaron el concepto del mood. Este término normalmente es utilizado de forma arbitraria generando confusión con otros conceptos como lo son las emociones, sentimientos, rasgos de personalidad. Según los autores, esta confusión está dada porque no se han definido las características del concepto, es por esta razón por la que el estudio trae más de 30 definiciones diferentes de mood desde la psicología, la psicología positiva y la experiencia del consumidor. Dentro de las definiciones dadas en la investigación resaltan las de Clark and Isen (1982) quienes definen mood como un sentimiento leve y generalizado, sin un objetivo claro, es transitorio y no interrumpe los comportamientos. También la de Gardner (1985) señaló que son sentimientos subjetivos de las personas que, como características tiene, que son leves, transitorios, generales y penetrantes.

En otro estudio realizado por Desmet, Vastenburg y Romero en 2016, se hace un trabajo muy interesante comparativo entre el mood y la emoción, mostrando las tres características fundamentales que las diferencian: sensación, enfoque, e impacto. En las emociones la sensación es corta en duración, es rápida y episódica, tiene una alta intensidad, a diferencia del mood donde la duración es prologada, continua y de poca intensidad.

En cuanto a la característica de enfoque en la emoción, el enfoque es específico, es externo, y responde a una causa en particular, mientras que en el mood el enfoque es global y difuso, interno, y responde causas cumulativas. Por último, el impacto de una emoción es que redirecciona la forma en la que se piensa y se actúa, tiene un impacto psicológico alto, a diferencia el mood donde influye de forma sutil en los pensamientos y comportamientos.

¿Para qué nos sirve aprender sobre las emociones y los estados emocionales? Por dos razones. La primera, por un tema de auto conocimiento, cuando sucede un hecho o se tiene una experiencia la forma en la que está siendo registrada esa información puede ser trabajada de forma diferente si se hace consciencia de que es una emoción y por ende tiene un alto impacto, o que por otra parte es un estado de ánimo o mood y tiene un impacto sutil, pero sabemos que es continúo prologado y que fue el efecto de una acumulación de hechos. Pero lo más fácil es verlo mediante un ejemplo.

Tal vez te haya sucedido que un día sientes que amaneciste con mood o en un estado de ánimo feliz, así que durante el día todo lo que suceda lo sientes bien, estás motivado o satisfecho. A diferencia del día en el que amaneciste normal, pero al ver el teléfono recibiste una excelente noticia y sentiste felicidad, así que llamaste a toda tu familia a contársela.

La segunda, en materia de servicio a los clientes podemos identificar que la suma de las experiencias que ha tenido con un producto o servicio pueden llegar a mostrar el mood que se generó, o que se puede generar en el cliente, ya sea un cliente experto o interno. Es decir, que al final la suma de experiencias que una persona tiene en la empresa genera un estado de ánimo que puede impactar en los resultados y en su productividad. Ojalá las empresas y las personas fueran conscientes de cómo las acciones y experiencias pueden forjar sus vidas.

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