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Analistas 07/05/2018

Conexión social y felicidad

Pilar Ibáñez
Consultora bienestar organizacional

La gente cree que la felicidad es un tema de moda, cuando en realidad la historia ha sido muy enfática en hablar del concepto y de su importancia. De hecho 500 años antes de Cristo ya se hablaba de la felicidad. Confucio por ejemplo señalaba la felicidad en términos de las características que debe tener un “Hombre Superior” o “Ser Superior”, y concluía básicamente que la felicidad radica en el buen relacionamiento con los demás y con su ser.

Por su lado, el Dalai Lama señalaba que la “felicidad no es un don, sino un arte que requiere de voluntad y práctica”, es decir, reitera que es un tema a desarrollar. Y requiere de voluntad o decisión, disciplina para ser feliz, ya que necesita de un cambio de hábitos o estilo de vida. De la forma como nos relacionamos con nosotros mismos y vemos las circunstancias.

Por su parte, también ya Lao Tzu señalaba que cuando alguien se encuentra únicamente “pensando en el pasado, sufrirá de depresión, cuando piensa solo en el futuro sufrirá de ansiedad, pero cuando se encuentra en el aquí y ahora, estará en paz y felicidad”. Conceptos muy interesantes y antiguos, pero que determinan todo lo que hoy se está investigando al respecto.

Como hecho histórico también, desde hace tan solo 30 años, más o menos desde los 80´s, la ciencia en las universidades ha venido investigando sobre qué hace que la gente sea feliz, ya que antes solo se investigaba por qué la gente se deprimía, por qué se divorciaban las parejas, por qué la bipolaridad, el estrés, etc.

Los investigadores Ed Diener y Martin Seligman cuentan con las primeras investigaciones en lo que a la felicidad se refiere. En 1984 publicaron una investigación muy interesante llamada “Very Happy People” en la que se reveló que el primer indicador de felicidad son las buenas relaciones interpersonales.

Por su parte, Matt Lierman y Naomi Eisenberg de la Universidad de Ulca realizaron una serie de investigaciones en las que observaban el comportamiento y reacción del cerebro ante algunos juegos que implicaban las relaciones interpersonales.

Realizaron por ejemplo una investigación con una actividad que, creo todos debimos vivir en algún momento de nuestras vidas: Recuerdan en el colegio cuando iban a escoger un equipo para jugar fútbol o cualquier otro deporte de competencia, en el que cada capitán de equipo empezaba a escoger a sus integrantes uno a uno, hasta que quedaba el equipo completo.

Si ustedes vivieron esta situación sabrán que las personas que siempre eran escogidas de últimas normalmente se sentían muy mal, porque se escogía primero a los buenos jugadores o a los amigos, y quedar de últimas significaba que no hacías parte de ninguna de esas dos categorías.

En las investigaciones se reflejó que en el cerebro de estas personas se encendían las zonas en que normalmente se siente dolor, es decir, que sentirse excluido de un grupo es reflejo de dolor para el cerebro.

Cuando se realizó la investigación a las personas solitarias se encontró que sufrían más de inflamación en el cuerpo, tenían dificultad para dormir y el sistema inmune era menos fuerte.

Por su parte, Mihay Csikszemihalyi en su libro “El Flow o Fluir” cuenta cómo la gente se siente más feliz cuando sabe que puede llamar a un amigo a contarle sus problemas, cuando tiene con quien pasar el fin de semana, o cuando está la familia para compartir.

Lo invito a que se tome el tiempo para interactuar de forma adecuada con la gente, la conexión social es de las variables que más hace feliz a la gente.

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