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Analistas 05/02/2024

Ciencia detrás de liderazgo positivo

Pilar Ibáñez
Consultora bienestar organizacional

El concepto de liderazgo positivo está dado por la ciencia como un liderazgo multifacético en el que se motiva e influencia a los demás hacía un objetivo en común. En el que los diferentes estilos de liderazgo pasan a jugar un papel muy importante en cada situación, para poder inspirar, recoger información, tomar decisiones, manejar los conflictos, y resolver crisis. Es decir, el liderazgo positivo modela emociones positivas a través de fortalezas, para lograr resultados positivos en los colaboradores y la organización.

Para que exista en una organización el liderazgo positivo se requiere de cuatro componentes, llamados las 4P: Personas, propósito, procesos y plaza o el lugar.

Personas: Los líderes positivos nutren a los colaboradores en lugar de simplemente enfocarse en sus deficiencias. Facilitan el crecimiento y el desarrollo prestando atención a aquello en lo que destacan sus empleados. Es importante tener en cuenta que el colaborador no debe ignorar las debilidades; también deben ser reconocidas y abordadas por los líderes, pero esto se hace desde las fortalezas. Fomentar relaciones sólidas y auténticas a través de la empatía, el interés y el aprecio es la base del liderazgo positivo y ayuda a los colaboradores a cumplir la necesidad psicológica básica de relación.

Propósito: Aquí es importante recalcar que debe existir una conexión entre el propósito de la persona y el de la organización. La falta de conexión genera inseguridad, falta de compromiso, falla en entrega de resultados, ya que se genera la sensación de que estoy trabajando para otro y no para mí como colaborador.

Proceso: Los líderes positivos garantizan que los colaboradores gasten su tiempo y energía de manera productiva para lograr resultados evitando el agotamiento. Cargas de trabajo pesadas, poco realistas, expectativas desalineadas e, incluso, las malas relaciones laborales pueden ser una fuente de estrés y agotamiento de energía en los colaboradores, que genera improductividad.

Sin embargo, la vitalidad y el entusiasmo de un equipo puede desarrollarse y renovarse mediante un liderazgo positivo. Por ejemplo, los líderes pueden minimizar o erradicar los procesos que agotan la energía y establecer estrategias para que los colaboradores se recarguen física, mental y emocionalmente. Esto podría implicar cosas como analizar la necesidad de un cambio organizacional y mejorar los sistemas existentes en el lugar de trabajo.

Plaza o lugar de trabajo: La responsabilidad de un líder se extiende más allá de la delegación de tareas y las revisiones de desempeño; abarca la creación de un lugar de trabajo de apoyo. De hecho, el clima y la cultura organizacional en la que trabajan los colaboradores juegan un papel fundamental en el liderazgo.

Debe estar caracterizado por el respeto mutuo, la comunicación abierta y el aprecio.

Para los miembros del equipo un ambiente de trabajo positivo ayuda a los empleados a sentirse felices y valorados, e inculca un sentido de pertenencia y propósito.

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