.
ANALISTAS 02/09/2025

‘Mordisco’, dueño y señor

Paula García García
Conductora Red+Noticias

La administración Duque lo dio por muerto. Hoy, fortalecido, alias ‘Iván Mordisco’ tiene en jaque al gobierno Petro y, en consecuencia, al Estado colombiano. Se ensañó con el Valle del Cauca ante la inacción de un mandatario obsesionado con un proyecto de paz total que interpreta como sinónimo de permisividad e intenta ejecutar, sin método, bajo la premisa de oportunidades infinitas.

Le duró solo un día, al Presidente, la que parecía su primera reacción sensata, en tres años, al desmadre en materia de orden público. Tras el pedido de declarar organización terrorista a la bandola narcotraficante en cabeza del sanguinario personaje, el tardío llamado todavía luce tímido de cara a un cambio de estrategia. Con los terroristas no se dialoga ni se apuesta por procesos de paz. A los terroristas se les combate con la articulación de toda la capacidad estatal. La pregunta es: ¿pasará? Tengo mis dudas.

Dueño y señor de Jamundí, municipio a escasos 30 minutos de Cali, con su estructura, ‘Jaime Martínez’, es de público conocimiento que tiene a la comunidad instrumentalizada, incluso carnetizada. Al igual que lo han logrado en buena parte del territorio otros frentes guerrilleros y la cada vez más extensa lista de grupos criminales, están arrinconando a los ciudadanos y lo que es peor, los están convirtiendo en ‘un arma contra el Ejército’. Frase textual de un resignado Comandante de las Fuerzas Militares que resume a la perfección la realidad en las regiones ¿Dimensiona el país la gravedad de este asunto? Tengo mis dudas.

Escuchar al alcalde de El Retorno, Guaviare, atortolado en medios de comunicación evitando usar la palabra secuestro para referirse a lo ocurrido con 33 militares tras los combates en los que fue abatido alias ‘Dumar’, alfil de ‘Mordisco’; es tan solo una muestra de la Colombia que terminó en manos del que, a mala hora y a modo de presagio, accedió el actual gobierno a reconocer como Estado Mayor Central ¿Acaso el Estado no es solo uno? ¿Acaso interesa ponerlo en duda?

Es incomprensible, por no decir irracional, que una nación que ha tocado fondo se haya permitido tal retroceso. Aquel que en el pasado era el país de ‘Timochenko’, ‘Mono Jojoy’ y ‘Manuel Marulanda’ es, ahora, el país de ‘Calarcá’, ‘Chiquito Malo’, ‘Zarco Aldinever’ −quien esperemos no resucite−, igual que lo hizo el siete vidas, ‘Iván Mordisco’. Un doloroso déjà vu que seguimos pagando con sangre de nuestros jóvenes policías y militares.
Gobernadores y alcaldes se están quedando sin voz de tanto clamar que los escuchen. Es como si no fuese responsabilidad de un Presidente atender los pedidos de su gente. Desde sus competencias locales redistribuyen presupuestos para aumentar el monto a la seguridad, envían cartas a Casa de Nariño, advierten las necesidades urgentes y argumentan los peligros inminentes.

Sin embargo, nada será suficiente mientras no caminen de la mano con la figura que el artículo 189 de la Constitución Política de Colombia designa Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas ¿Voluntad política para cuándo? Tengo mis dudas. La oportunidad de despertar está en las urnas. Pero ¿habrá voto libre? Allí tengo aún mayores dudas.

P.D.: ¿Qué se puede esperar de un país donde el autor material de un magnicidio recibe una ‘sanción’ de 7 años por ser menor de edad?

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA

MÁS DE ANALISTAS

ÚLTIMO ANÁLISIS 03/12/2025

Aumento sin brújula

Si volvemos a usar el salario mínimo como atajo para resolver lo que no se construyó durante el año, el efecto no será justicia social, sino menos empleo, más informalidad y menor capacidad de crecer

ÚLTIMO ANÁLISIS 04/12/2025

El Garabato demuestra cómo la comunidad impulsa revitalización

El Garabato envía un mensaje contundente: cuando la comunidad, el sector público y el sector privado trabajan de la mano, la ciudad encuentra caminos más auténticos, más humanos y más sostenibles para avanzar

ÚLTIMO ANÁLISIS 04/12/2025

La vara del mínimo

La tarea es encontrar un punto medio entre un aumento de los ingresos y evitar excluir a más personas de la informalidad, además de los efectos inflacionarios