Gilinski, un empresario para el siglo XXI

La fuerza del compromiso en Colombia también se manifiesta en el mundo empresarial. Jaime Gilinski, galardonado por con el Premio Enrique V. Iglesias al Desarrollo del Espacio Empresarial Iberoamericano, que promueve Ceapi, es un ejemplo de la energía y el impulso que deseamos para nuestra región. Uno de los aspectos que más valoró el jurado fue que en tiempos de incertidumbre apostara por invertir en su país. Por dar un paso al frente y demostrar con los hechos cual es nuestra esencia y compromiso y en qué creemos.

Cuando tuve ocasión de hablar ante SM el Rey Felipe VI, que le entregó el galardón, recordé que era un premio por su éxito empresarial, pero también por su éxito familiar. Jaime Gilinski no se explicaría sin Raquel K.Gilinski. Me impresiona su fortaleza y capacidad de cambiar realidades. Como la de un hospital de Cartagena de Indias, donde cada año nacen 10.000 bebés, muchos hijos de niñas abusadas de 12 a 15 años. Y donde se ha invertido para lograr que en 2021 no hubiera ningún fallecimiento. Antes, la cifra era 1% de bebés y algunas de esas madres-niñas dejaban su vida. Eso sí es éxito: 100 sonrisas que hoy no existirían; 100 oportunidades de hacer un mundo mejor; 100 nuevos colombianos que cada año se suman a este maravilloso país. Si los números son importantes, estos son definitivos.

Latam afronta muchos retos y, ahora más que nunca, necesitamos inspiración, ejemplo y compromiso. Para los españoles y muchos iberoamericanos, el Rey representa todo ello. Un día nos dijo que él solo era parte de una cadena: un eslabón. Pero hay eslabones que dan fuerza a la cadena y se convierten en el corazón. Sobre todo, cuando ves en ellos la mirada de quien mira lejos, escucha, cree que merece la pena y se pone al servicio de los demás. Es un gran conocedor de los países de la región y siempre habla de ellos con cariño, respeto y admiración. Porque juntos sumamos más.

El Grupo Gilinski, que emplea a más de 150.000 personas en Iberoamérica, no solo contribuye al desarrollo socio-económico de Colombia, sino al de los países donde opera. Fortalece así los vínculos que nos unen en un momento en el que hay que sumar fuerzas en la Comunidad Iberoamericana ante retos complejos. Gilinski reúne muchas de las características que definen al empresario del siglo XXI: valiente, innovador, íntegro y con una amplia visión. Es uno de los empresarios que mejor han comprendido la globalización y el mercado. Su sana ambición no está exenta de una honda preocupación social y medioambiental.

Sus éxitos se explican por el afán de ir siempre más allá. “Nunca perdí el ‘hambre’, nunca perdí la creatividad y la perspectiva”, ha dicho. Su apuesta vital y empresarial es triple: por Colombia, por la región, por Iberoamérica. Ama su patria (“estoy acá porque me importa Colombia”) y ha protagonizado, pese a la incertidumbre de los cambios, una de las mayores operaciones empresariales del país de los últimos tiempos. Y también se siente cerca de España (“queremos volver a estar”).

Pero si algo le sitúa como empresario referente para el siglo XXI, además de su apuesta por la innovación y la globalización, es su inquietud social. “Este país tiene que ser más equitativo, con mejores oportunidades para todos”, ha afirmado. Sostiene que, como empresario, tiene un rol: “el cambio está en crear empleos bien remunerados y promover un mejor balance entre lo profesional y lo personal”. Y juzga que su “mayor herencia ha sido aprender la ética y el valor del trabajo”. Todos ellos valores que compartimos en Ceapi.