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Analistas 09/04/2019

Sin empresarios no hay futuro

Marc Eichmann
Profesor MBA Universidad de los Andes
Analista LR

A la mayoría de los prestidigitadores en la historia de la humanidad no les ha ido bien. A menos de que, como Nostradamus, hagan sus predicciones sin precisión ni término en el tiempo, sus augurios terminan siendo menos acertados que los pronósticos del tiempo a los que nos acostumbró Max Henriquez durante tantos años.

En años anteriores, las predicciones sobre el futuro eran diferentes a las de hoy. Los escenarios posibles eran menos volátiles, los eventos a predecir menos disruptivos que los que presenciamos en nuestra época. Tal vez, por esta misma razón, era más difícil hacer vaticinios que fueran relevantes para el público, que sorprendieran a la gente en el momento en que se cumplían.

En este sentido, Singularity University se ha permitido hacer pronósticos sobre los hitos que marcarán el desarrollo tecnológico en el mundo en los próximos años. La evolución tecnológica siempre ha estado basada en pequeñas innovaciones que se van acumulando hasta lograr una funcionalidad práctica, pero con el ritmo de innovación de hoy en día y los fondos disponibles para materializarla, es sorprendente su velocidad y relevancia.

Las bases para la innovación tecnológica venidera están sustentadas, inicialmente, en el aumento en la capacidad, el mayor acceso económico y la capilaridad de las redes de datos. Con las redes 5G de telecomunicaciones que prometen velocidades de conexión entre 10 y 100 GigaBits por segundo, a partir de 2020, en algunas ciudades del mundo, se habilitarán aplicaciones de inteligencia artificial para la toma de decisiones, basadas en la información de millones de sensores que captarán los parámetros de los procesos de decisión de los ciudadanos de a pie en su día a día.

Esta revolución generará, antes de 2030, múltiples avances en los que se destacan diagnósticos médicos a distancia realizados por computador, las primeras operaciones de carros voladores, la manufactura por medio de impresoras 3D de items tan cotidianos como la ropa y la emergencia de robots en trabajos como los de las recepcionistas y los vendedores de almacén. Los drones empezarán a dominar el mercado de domicilios, se generalizará la agricultura vertical y la utilización de la realidad virtual se volverá generalizada.

Según los expertos, la conciencia ambiental será la gran beneficiada por esta nueva revolución tecnológica. A mediados de la década la mitad de los automóviles vendidos serán eléctricos y las fuentes de energía renovables serán más competitivas que la generación a partir de combustibles fósiles, disminuyendo las emisiones de carbono y poniendo bajo control el calentamiento global.

Mientras todo este progreso, basado en la tecnología y en el apoyo incondicional a los empresarios se abre paso en algunos países del mundo, aquellos ciudadanos de países en los que ser empresario es mal visto y la inversión desestimada verán pasar las mejoras en la calidad de vida desde sus automóviles contaminantes, la mala atención en salud y su vida arcaica a la luz de los nuevos estándares mundiales. Por eso en Colombia, con el fin de que millones de compatriotas salgan de la pobreza en que viven día a día, tenemos que exigir que se apoye a los empresarios y que no se les estigmatice. Cualquier programa político que desestime estas realidades nos condenará al atraso y debe ser rechazado de plano por la sociedad.

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