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Analistas 03/10/2018

El virus de la violencia

Manfred Grautoff
Consultor de seguridad nacional
La República Más

En Estados Unidos han venido ocurriendo una serie de eventos desde hace dos décadas, cuando los tiroteos en la Escuela de Columbine dejaron un saldo trágico de 13 jóvenes asesinados.

Otros tres eventos con armas de fuego se catalogaron también como los peores sucedidos. En Sutherland Springs perdieron la vida seis personas en un abaleo sin causa aparente; mientras en un club nocturno en Orlando, Estado de la Florida, fueron asesinadas 49 personas, de nuevo el autor fue un hombre perturbado con acceso a un arsenal de armas automáticas que desató la tragedia. Finalmente, 59 personas fueron asesinadas por un hombre que disparó contra una multitud en Las Vegas, Nevada, que asistía a un concierto de música country. Esto, por solo mencionar los casos más representativos, porque si se realiza el conteo de víctimas fatales en 12 incidentes de este tipo, la cifra asciende a 282 ciudadanos que perdieron la vida en tiroteos en masa.

Cuando se aprecia un mapa de dónde han ocurrido los tiroteos, así como la frecuencia de los mismos, estos suceden en su mayoría en la costa este de los Estados Unidos y la cantidad de eventos es de tal magnitud que han llevado a los científicos a estudiar el tema bajo un enfoque diferencial para poder comprender qué sucede con estos actos. En primer lugar, el área donde se concentran es la zona de mayores ingresos de este país, y como se ha podido apreciar, los individuos que ejecutan estos hechos no son desarraigados de la sociedad, por el contrario, tienen todos los beneficios de la economía de mercado tanto que pueden acceder a compra de armas que tienen un valor económico considerable. Asimismo, se dice que el problema pasa por la libre posibilidad que tienen los ciudadanos de obtener material bélico sin mayores restricciones según lo dispone la segunda enmienda de los Estados Unidos; sin embargo, el propio registro de datos indica que en la costa oeste de este país suceden muchos menos tiroteos a pesar que la cultura de las armas de fuego surgió allí durante la colonización que vendría después de la guerra civil en el siglo XIX.

Sherry Towers, doctorada en Física de la Universidad de Cartelón, ha enfocado su trabajo en el análisis de datos del crimen. Los resultados de su investigación para encontrar las causas de esta ola de violencia con armas de fuego, llevó a determinar que los tiroteos en masa se comportan como un virus, y por lo tanto, su vector de transmisión es la sobre exposición accidental que realizan los medios de comunicación de estos eventos, lo que incita a otros asesinos en masa a desatar el caos en los siguientes 13 días que siguen a un crimen inicial. Estos invita a que se adelanten más investigaciones sobre esta hipótesis, porque esto podría extrapolarse a otro tipo de actos violentos tan habituales en un país como Colombia, que posee un sinnúmero de fenómenos criminales y una tasa de homicidio inusitadamente alta.

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