MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
América Latina y El Caribe, ALC, como un todo, continúa enfrentando dificultades estructurales originadas varias décadas atrás y que en poco o nada han cambiado, sea que sus naciones se administren bajo la lógica del mercado o a través de políticas de mayor intervención estatal. El panorama se mantiene estremecedor ante una evaluación sobre los temas socioeconómicos más relevantes
Justo esta semana se publicó el informe completo sobre crimen organizado y violencia en la región (Banco Mundial), lo que facilita analizar desde un abordaje más amplio el estado de los problemas estructurales que sigue padeciendo América Latina. En general, las perspectivas regionales conducen a la agudización de la incertidumbre.
A pesar de los relativos avances en algunos de los retos más críticos, tales como la inflación, el desempleo, las tasas de pobreza tanto monetaria como multidimensional, y la conectividad, entre otros, la realidad es que hay factores que siguen limitando el margen de maniobra de las políticas económicas regionales.
De acuerdo con el informe, el crecimiento económico continúa rezagado respecto a otras partes del mundo. La inversión, tanto pública como privada, permanece baja, y los déficits fiscales siguen siendo altos. El elevado servicio de la deuda pública (que en promedio representa 10,9% del gasto público en las principales economías) limita la inversión en áreas clave como infraestructura y protección social.
A pesar de la leve disminución de las cifras de pobreza en algunas de sus naciones, en general la desigualdad e inequidad continúan enraizadas en la sociedad, con un promedio de índice Gini que ronda 0,5. Del reporte se obtiene que dos retos claves para ALC son el incremento de la productividad y la generación de empleo formal y de calidad.
Por ejemplo, la baja productividad laboral, que en algunos casos equivale apenas a 20% de la observada en los miembros Ocde, representa un obstáculo estructural para el crecimiento inclusivo. En este contexto, la aparición de nuevas dinámicas globales, como la inteligencia artificial y la transición energética, ofrece tanto desafíos como oportunidades. La adopción de tecnologías avanzadas y el desarrollo de sectores verdes pueden impulsar el empleo productivo, pero requieren inversiones en habilidades, educación e infraestructura digital.
En materia comercial, a pesar de los avances regionales en la integración a las cadenas de valor y la diversificación parcial de los socios comerciales, el informe subraya que ALC sigue siendo vulnerable a cambios en el régimen arancelario internacional. La exposición de sus exportaciones a políticas de terceros países (fundamentalmente Estados Unidos y China) refuerza la necesidad de una estrategia que fortalezca la competitividad y la resiliencia económica.
Otro aspecto relevante en el reporte que se cita está relacionado con la migración, pues el retorno de los ciudadanos reportados plantea desafíos, tanto en materia del mercado laboral como para los sistemas de protección social.
La lógica económica regional demanda que se insista en la consolidación de mercados laborales más sólidos. De hecho, el informe refleja que, aunque se había avanzado en ello, y se generaron importantes logros, ahora existe un retroceso. Además, con la afectación al tema de las remesas y con los flujos de cooperación internacional perturbados por decisiones de terceros gobiernos, es prioritario acudir a un manejo fiscal austero y eficiente. El margen de maniobra se redujo de nuevo.