.
Analistas 09/10/2018

Equidad: entre desigualdades y movilidad

Luis Felipe Gómez Restrepo
Profesor Universidad Javeriana Cali

La reducción de la pobreza en el país es un hecho, y más allá de considerar esto un logro gubernamental, hay que verlo como el efecto del crecimiento económico y de otros elementos: política pública, efectos externos y el empeño de muchos colombianos y colombianas a lo largo y ancho del país que emprenden e invierten en grande y en pequeño.

Bien lo señala Roberto Angulo de Planeación Nacional, al indicar que la caída de la pobreza es un logro de todos y no solo de los gobiernos. ¿Cómo se ha reducido? ¿En dónde tenemos todavía fragilidades? ¿Cuáles son los factores que más inciden en la reducción de la de pobreza?

El análisis de reducción de la pobreza entre 2002 y 2017, ventana de tiempo que además nos permite disipar cualquier susceptibilidad política, da pistas. Ha habido un progreso muy importante en equidad en el país medido por la movilidad social.

En efecto, se ha logrado y calculado una importante reducción de la pobreza que pasó de 49,7% a 26,9%, con cifras de la línea de pobreza monetaria. De otra parte, con la medición multidimensional, se redujo la pobreza de 49,2% a 17,8%.

Este es un avance significativo, se ha dado también en América Latina, y como buena noticia Colombia ha sido de los países que ha logrado mantener esta tendencia de manera permanente.

En un segundo lugar, estos logros se han reflejado en movilidad social. En la estructura socio-económica hay cuatro grupos: pobres, vulnerables, media y alta. Pues, bien, los pobres pasaron de 50% en 2002 y llegaron en 2015 a 28% con fuente Dane. Los vulnerables eran 32% y pasaron a 39%.

La media pasó de 16% a 31% (¡uno de los principales logros!). Mientras que la clase alta se mantuvo en 2%. Es fundamental tener presente la vulnerabilidad de 39% de la población, que significa que salieron de la pobreza, pero que fácilmente pueden volver a ella.

Una tercera conclusión: persisten grandes desigualdades regionales en la distribución de la pobreza. Hay una concentración de sus índices en lo rural frente lo urbano, aunque hay que aceptar que en los últimos años se ha dado una mayor reducción de la pobreza en la zona rural (previsiblemente gracias al proceso de paz, ¿o a la coca que sembraron en estas regiones?).

Hay otra manera de mirar esta iniquidad: a través de la dicotomía centro-periferia, en el centro del país la pobreza, tanto urbana como rural, es mucho menor que en la periferia del país (antiguos territorios nacionales, Pacífico y Costa Atlántica) y el punto está en la falta de conexión.

En el centro del país las zonas rurales están más conectadas con los centros urbanos lo que permite mayor desarrollo. El tema de conectar al país es fundamental para buscar un mayor equilibrio social y económico nacional.

Otra conclusión muestra la incidencia de tres factores sobre la pobreza: crecimiento económico, la redistribución (transferencias sociales y entre familias, y efectos demográficos) y la inflación.

Los dos primeros la reducen y el tercero afecta perversamente aumentándola. La descomposición de la reducción de la pobreza monetaria entre 2016 y 2017 mostró una reducción imputable al crecimiento económico de 1,4 y por efectos redistributivos 1,1. Pero la inflación borró 1,4. Por ello, es de suma importancia el control de la inflación para reducir la pobreza.

Ahora que se discute sobre la incidencia del IVA en los más pobres, la compensación de este impuesto por medio de unas transferencias directas es totalmente posible, y el DPS ha logrado conectar a más de 2,5 millones de personas pobres con sus sistemas de transferencias, que podrían servir para la compensación del IVA, así pues, el mecanismo ya existe y funciona bien.
La reducción de la pobreza y la estabilización de los vulnerables, que apenas salen de ella, debe ser uno de los objetivos del nuevo Plan de Desarrollo.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA