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Analistas 17/03/2018

Un desafío mayor

Analista LR

Los procesos sociales de protesta derivados de las negociaciones de paz están demandando nuevas competencias en los colombianos y en los sistemas de trabajo. Las consultas municipales sobre los efectos de la minería en los habitantes, las veedurías ciudadanas o la concertación de esfuerzos entre sector privado, empresa y comunidades asociadas para desarrollar un territorio concreto, son ejemplos de cómo es necesario aprender a conversar hoy con el Otro. Entender lo que éste necesita y quiere, lo que es clave comprenderse mejor para poder tender puentes, y así lograr solucionar problemas complejos entre muchas partes interesadas.

Vivimos épocas en que es difícil disentir, o decir abiertamente lo que pensamos “para no herir susceptibilidades…”. Las familias están distanciadas, o no están sólidas como podrían estar, por carecer de una habilidad maravillosa en la mesa que es poder burlarse entre hermanos, manteniendo un debate político con altura y liberados de apasionamientos. Eso es posible y muchos también lo viven. En épocas de Inteligencia Artificial es cuando más necesitamos saber crear inteligencia colectiva entre las personas en sus asuntos clave.

Las organizaciones pueden desarrollar mayores capacidades para prosperar si aprenden a conversar mejor con las comunidades de las que son miembros, lo mismo que con sus propios colaboradores. Si las organizaciones pueden verse hoy como “redes de compromisos humanos nacidos en redes conversación”, surgen preguntas:

¿Como se está conversando actualmente en las empresas?
¿Cuánta sabiduría colectiva están alcanzando las Juntas Directivas, los comités de gerencia, los círculos de influencia y cuánto se está tardando tomar decisiones clave?
¿Qué tan gratas son sus reuniones?
¿Cómo se accede a los grandes consensos que transforman comunidades y hacen andar esfuerzos y proyectos?
¿Es posible decirle No a su jefe para plantear otra opción mejor?
Más allá que hablar de política, ¿le es posible hablar de la paz y su proceso tortuoso desde muchas miradas diversas?
Conversar mejor demanda experiencias formativas en grupos reducidos o numerosos, las cuales requieren una combinación de habilidades para lograr transformar narrativas, distintos mundos y universos. Se puede lograr una masa crítica de gente que alcance acuerdos sustanciales.
Las realidades y supuestos que rigen los sistemas humanos deben ser abordados y confrontados mediante “rituales de conversación” permanente que definan los destinos de las personas.

En Colombia necesitamos propiciar mucha más conversación y participación en el aprendizaje de expertos, y del Otro, que permitan modificar el pensamiento que configura la realidad deseada. Necesitamos aprender a reconocer nuestra diversidad y nuestras diferencias, y honrarlas en el Otro. Necesitamos aprender a conversar con más gracia. Franquear la barrera de la evasión de los temas difíciles, si queremos relacionarnos mejor, combatir la corrupción y ver transparencia. Es necesario destrabar las conversación familiar, abrirle la puerta a los temas difíciles a través de múltiples miradas.

La capacidad de soñar y plasmar mediante conversaciones las acciones sabias que determinen los destinos de las comunidades y organizaciones significarán mayor capacidad de avanzar como nación y entre colombianos.

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