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Analistas 10/04/2024

La importancia de las instituciones: una huelga sin reglas

Juliana Morad Acero
Directora - Observatorio Laboral de la Pontificia Universidad Javeriana

Recientemente, el presidente Gustavo Petro ha sugerido que la razón por la cual no ha logrado avanzar en la ratificación e implementación de sus reformas, incluida la laboral, radica en la resistencia del legislativo y, en algunos casos, de las cortes, hacia el cambio social en Colombia.

Esta postura no solo genera una considerable incertidumbre, sino que también pasa por alto un elemento fundamental de la democracia: la separación de poderes y su capacidad para ejercer pesos y contrapesos, esencial para el adecuado funcionamiento del Estado.

Una democracia liberal moderna debe mantener un equilibrio entre el poder del Estado, el principio de legalidad y un gobierno responsable capaz de asumir la responsabilidad de sus acciones u omisiones.

Según Acemoglu y Robinson en su obra “El Pasillo Estrecho”, el equilibrio entre el Estado y la sociedad determina la capacidad del Estado. El Leviatán se vuelve despótico cuando el poder del Estado y de las élites supera ampliamente al de la sociedad. Sin embargo, el Leviatán se vuelve ausente cuando el poder del Estado y las élites se quedan rezagados.

Por lo tanto, una democracia estable es aquella en la cual el poder del Estado y de la sociedad avanzan de la mano, sin que uno supere significativamente al otro. Esto incluye a las instituciones, ya que la competencia entre ellas no solo promueve el fortalecimiento de ambas, sino que también hace que el Leviatán sea más receptivo y responsable frente a las demandas de la ciudadanía.

Teniendo en cuenta lo anterior, es relevante plantear interrogantes respecto a diversas sentencias de la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia que han flexibilizado los requisitos para el ejercicio del derecho a la huelga. Esta postura judicial puede estar abonando el terreno para la inclusión de derechos colectivos en la propuesta de reforma laboral del gobierno, lo cual podría conducir a un derecho a la huelga sin requisitos y carente de garantías de representación de las mayorías. Una huelga sin reglas tiene consecuencias serias para el país.

Para concluir, podría hacer referencia a un concepto expuesto por Fareed Zakaria en su obra más reciente, “Age of Revolutions”. En ella, Zakaria señala uno de los riesgos asociados a líderes o regímenes democráticos iliberales, que radica en que la separación de poderes queda subordinada a los intereses del partido en el gobierno.

Estos líderes, convencidos de su posición moral, argumentan que sus reformas o proyectos deben ser implementados a cualquier costo, incluso a expensas de la institucionalidad del Estado, ya que se consideran los únicos capaces de discernir las medidas necesarias para el progreso de la sociedad.

Estas acciones, en las cuales una o dos ramas del poder buscan imponer su voluntad, representan una amenaza para el futuro democrático del país y establecen un precedente alarmante. Por tanto, la sociedad debe permanecer vigilante ante los excesos de los poderes judicial, legislativo y ejecutivo.

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