La pugna por la democracia

Una de las mayores críticas al gobierno anterior fueron los distintos nombramientos en donde primaron sus amistades con perfiles técnicos sobre los políticos, la queja fue, sobre todo, la baja capacidad de estos para comunicar resultados y relacionarse con la demás clase política e incluso con los ciudadanos.

Desde los años 80 la tecnocracia ha intentado imponerse en el mundo occidental como un ideal, se creía que por el hecho de dedicarse a los estudios se podía manejar mejor una democracia. Esta idea aún defendida no ha traído resultados esperados y los gobiernos populistas son en gran parte consecuencia de estos.

En cifras todos los tecnócratas tienen grandes logros, y lo son, el problema en esos planteamientos es que la desigualdad no ha disminuido; según el Banco Mundial 1% de la población es más rico que 99% restante y el combate contra la pobreza se ha visto estancado, sobre todo con la pandemia. Esto tiene como consecuencia que los tecnócratas se sientan cada vez más alejados de la sociedad y los ciudadanos lo perciben, por ello las democracias terminan eligiendo políticos con los problemas de siempre pero que se perciben cercanos. Lejos de solucionarse el choque, la brecha sigue aumentando y cuando salen electos la burla se vuelve un arma de esta élite, los “incultos” o “brutos” que votan por el populismo merecen su suerte, dicen, y aunque con razón es bueno ver que la desconexión con los ciudadanos lleva a este tipo de elecciones.

Aún así la tiranía de la tecnocracia es mejor versión que su opuesto: el manejo de todos los cargos por simples burócratas. La descomposición de un país arranca con la ineptitud en cargos claves, una entidad sin rumbo o llevada por una ideología está destinada a la ruina como ocurrió con tantas empresas estatales en Venezuela, los compadrazgos y la lealtad a unas trasnochada ideas estuvieron primero que la gestión adecuada por lo tanto la tecnocracia es necesaria en una democracia, el secreto está en que deben estar adecuadamente ubicados.

En Colombia por ejemplo se necesitan en el Banco de la República, Planeación, Ministerio de Hacienda, etc. Sin su conocimiento podría perderse el rumbo de un país. Otros cargos, como el del ministerio del interior y prácticamente las demás carteras necesitan de personas que más allá de su conocimiento sepan transmitir sus planes y logros al tiempo de entender la comunicación con el congreso; dichas habilidades son necesarias pues no basta con hacer muy bien el papel en un cargo, hace falta saberlo comunicar y hacerlo sentir cercano con la ciudadanía, aquello hace parte de vivir en una democracia.

No es fácil encontrar el equilibrio entre la gestión política y la tecnocrática, pero es necesaria; los tecnócratas lejanos le están dando el espacio a los populistas y burócratas incompetentes, la pugna está vigente y las consecuencias pueden ser nefastas en una Colombia en donde ahora no es clara la división de poderes.