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Tribuna Universitaria 18/05/2018

Neopopulismo

Analista LR

El crecimiento de la intención de voto por Petro es francamente sorprendente, más aún después de su paso por la Alcaldía de Bogotá, que demostró que como gobernante fue un gran Senador. La distancia entre decir y hacer es justamente el legado de su administración. Más allá de su incapacidad de gestión, su discurso político construido desde hace años y en el que el proyecto chavista fue uno de sus ejes fundamentales, es sin lugar a dudas el mayor peligro para Colombia.

Hay que decirlo: Gustavo Francisco fungió de asesor y ayudó a consolidar la dictadura venezolana que bautizó “Neopopulismo”. Así lo constata una entrevista de la revista Dinero al entonces Representante a la Cámara, Gustavo Petro, el 27 de junio de 2003. En la misma se cataloga al candidato presidencial como “uno de los más cercanos asesores de Chávez en el nuevo modelo que se está gestando en Venezuela”. Era tal la cercanía con ese proyecto que a la pregunta: ¿en qué va el cambio de modelo?, la respuesta parecía más de un diputado oficialista de la Asamblea Venezolana que de un congresista colombiano: “estamos en una etapa de transición de un modelo neoliberal, a otro que yo bautizaría como el neopopulismo”. ¡Qué nombre más sincero!

A la Colombia Humana hay que reconocerle su coherencia, especialmente cuando sus bases coinciden con las de Nicolás Maduro. Es por esto que de la entrevista de 2003 llama poderosamente la atención su explicación sobre las bases del modelo que se está gestando en la hermana república, tremendamente cercanas a su propuesta de gobierno para Colombia: “uno, la reforma agraria, cuya meta es entregar tierras a 100.000 familias. Están interesados en hacer producir su campo y el campo venezolano no producía nada porque el petróleo lo mataba. Dos, el sistema financiero: fortalecer la banca pública para entregar crédito a la Pyme. Tres, no privatizar sus sistemas de pensiones ni de salud. Cuarto, el control público del petróleo y quinto, una estrategia comercial ligada a Brasil y Argentina”. Hay que rescatar que en 15 años sus convicciones siguen intactas, parecen frases recientes de su campaña por la Casa de Nariño.

En la actual contienda electoral, por mencionar solo algunos ejemplos, sobre tierras propone regalarlas a “millones de familias”; del sistema financiero: “dar crédito barato de banca pública”; de la salud propone “¿acabar las EPS? Sí. En todo el territorio nacional”; y para rematar considera que “detrás de la industria del carbón y el petróleo se esconde la mafia y la corrupción”.
Las voces de los venezolanos en Colombia entonan las mismas notas: ¡Colombia despierta!. Ellos nunca imaginaron el desastre que significaba el neopopulismo chavista. Estamos a tiempo de decidir el futuro de Colombia, ¡hagámoslo sin más riesgos en primera vuelta!

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