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Analistas 15/03/2019

Muevan las industrias

“Están paradas esperando a las manos que decidan hacer andar. La neblina las rodea y las oxida y ya piensan en petrificar. Las industrias, muevan las industrias. Cuando vino la miseria las echaron, les dijeron que no vuelvan más”. Así comienza “Muevan las industrias”, canción del grupo chileno Los Prisioneros. Ni que hubieran visto el futuro, ya que el comercio mundial está generando en varios sectores movimientos brutales que implican cierre de plantas, fábricas y reacomodo por el efecto asiático, especialmente del gigante China.

Estados Unidos y China libran una guerra comercial hace un año cuando Trump decretó aranceles de US$34.000 millones a productos chinos. El sector automotor fue uno de los más afectados por el aumento de costos en materiales importados. Esta guerra se puede ampliar con la Unión Europea y Japón, porque Estados Unidos quiere imponer aranceles de 25% a los importados.

Si Trump deja en firme esta decisión, los fabricantes también saldrían afectados ya que les impondrían aranceles a la venta de sus vehículos en Europa y Japón, donde tienen ventas grandes. Este contexto global supone una gran volatilidad en los mercados del resto del planeta, del cual Colombia no es ajeno. El sacudón de la libra esterlina y la indecisión del parlamento británico suponen efectos colaterales adicionales.

General Motors cerrará cinco plantas en Norteamérica y dos más en otros continentes. BMW cerrará sus plantas de Mini y Rolls-Royce en Reino Unido, si el Brexit afecta su cadena de suministro. Honda anunció que cerrará en 2021 la planta en Reino Unido para acelerar la estrategia de electrificación y desplazará la producción a Japón, América del Norte y China. Ford reorganizará todas sus plantas cerrando algunas. Jaguar Land Rover anunció el despido de 4.500 empleados británicos para generar un crecimiento a largo plazo, ante múltiples interrupciones geopolíticas y regulatorias. Nissan cancela sus planes de producir el nuevo X-Trail en su fábrica del Reino Unido para producir en Japón. La sacudida va a llegar por acá en algún momento.

La Andi y Fenalco proyectan 260.000 vehículos nuevos en 2019, cifra muy inferior al de los grandes mercados. Las ensambladoras en Colombia buscan competitividad y sostenibilidad con producción para el mercado nacional y aumento en exportaciones a la región gracias a acuerdos como Mercosur, ya que llevamos varios años recuperándonos de la desaparición del mercado venezolano. Tenemos que mejorar el programa de chatarrización y renovación del parque automotor. Hoy quien compre un vehículo nuevo de pasajeros o de carga, en reemplazo de modelos antiguos, quedará excluido de IVA. Camiones y buses nuevos reducen los costos en operación y mitigan el efecto ambiental. Actualmente 25% de los camiones en servicio superan los 20 años. General Motors con su planta Colmotores y Renault con su planta en Envigado tienen 23.000 empleos directos y cerca de 100.000 indirectos.

Las ensambladoras colombianas invierten millones de dólares para mejorar sus procesos de producción. Una de las dos plantas que eventualmente decidiera cerrar impactaría demasiado al total del mercado nacional, no sólo por los empleos que se pierden. El gobierno tiene la gran oportunidad de fortalecer esta industria para que nos volvamos verdaderamente exportadores a gran escala, con los efectos indirectos favorables en el precio de la unidad. Si se vuelve más atractivo para todos, se mueven las industrias.

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