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Analistas 26/03/2015

Mente Brillante, nuevamente premiada

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Un importante matemático noruego, Niels Henrik Abel (1802- 1829) investigó a lo largo de su carrera, detalles exhaustivos sobre polinomios y funciones, lo que permitió avances en el desarrollo del Álgebra Abstracta. Gracias a Abel, hoy en varias ramas de las matemáticas se usan diferentes términos como grupo abeliano, categoría abeliana o variedad abeliana. En matemáticas no existe un Premio Nobel. Para la comunidad científica se obtienen galardones en Medicina, Física y Química. Lo más parecido a las matemáticas, en el marco de los Nobel, es la Economía. La madre de las ciencias tuvo que buscarse un sitio de reconocimiento en otra parte. Los matemáticos del siglo pasado consideraron tan importante el aporte a la ciencia de su colega noruego, que se propuso hacerle un homenaje creando un premio de matemáticos. El gobierno noruego creó el Premio Abel en 2002, en el bicentenario del nacimiento de Abel, hoy considerado el “Nobel” de las matemáticas. Todos los años el reconocimiento es entregado por el Rey de Noruega y su valor económico asciende a 6 millones de coronas noruegas, unos 750.000 euros aproximadamente. La ceremonia para está programada para el próximo 9 de mayo.

El norteamericano John Nash y el canadiense Louis Nirenberg acaban de recibir en conjunto el Premio Abel de matemáticas 2015. Nash obtuvo su doctorado en matemáticas de la Universidad de Princeton con apenas 21 años. Niremberg obtuvo su doctorado en matemáticas de la Universidad de Nueva York en 1949. El dúo de científicos obtiene el reconocimiento por su trabajo en ecuaciones diferenciales parciales, una herramienta empleada para describir todo tipo de fenómenos, mecánicos, termodinámicos, eléctricos y hasta cuánticos. Nash tiene 82 años y Nirenberg, 90 años. Nash ya había recibido en su momento un Nobel de Economía en 1994 por su trabajo en Teoría De Juegos. En Hollywood llevaron esta historia al cine, la sonada “Mente Brillante” bajo la dirección de Ron Howard, y las estelares actuaciones del australiano Russell Crowe y la norteamericana Jennifer Connelly. Gracias a la difusión de la película miles pudieron acercarse a uno de los más importantes avances científicos y económicos del siglo pasado.

Niremberg por su lado cuenta con muchos galardones: Premio Memorial de la Sociedad Matemática Americana Bôcher (1959), Premio Crafoord de la Real Academia Sueca de las Ciencias (1982), Premio Steele para Lifetime Achievement de la Sociedad Americana de Matemáticas (1994) y Medalla Chern de la Unión Matemática Internacional y la Fundación Medalla Chern (2010). 

Ambos trabajaron por separado, probablemente nunca se reunieron, y se influyeron mutuamente por intermedio de sus textos. Se les otorga el premio en conjunto, según algunos matemáticos, para dar el mensaje de que algunos científicos logran trabajar en equipo sin estar en contacto permanente. Esto es muy usual ahora entre equipos de físicos, matemáticos, químicos, médicos y otros profesionales que buscan llevar la ciencia y la tecnología a nuevos niveles de conocimiento.

El desarrollo de las teorías de Nash y Niremberg, al ser llevadas a la práctica, pueden usarse para describir leyes fundamentales y fenómenos importantes de física, química o biología. Los experimentos científicos, que se basan en las ecuaciones diferenciales no lineales parciales, tratan de demostrar o explicar realidades de la vida real tan importantes como el tráfico en horas pico de una ciudad, los fenómenos alrededor de la circulación de la sangre o podría servir para predecir o medir el impacto de fuertes tormentas, huracanes y tsunamis.  

Es importante que se difundan las aplicaciones de estos desarrollos científicos, pues los resultados se traducen en grandes avances tecnológicos de beneficio para toda la humanidad. Seguramente vendrán otros matemáticos y economistas que en el futuro lleven mucho más lejos las teorías de Nash. Por lo general ciertos descubrimientos científicos llegan a su máximo potencial décadas o siglos después de ser escritos por primera vez. Estamos ante un genio extraordinario. Mucho más allá de una mente brillante.

Ñapa: Un recién graduado del MIT, el estadounidense Matthew Rognlie, acaba de publicar un serio cuestionamiento al texto “El capital en el siglo XXI” del francés Thomas Piketty. El libro puso el tema de la desigualdad económica de moda pero al parecer este novato lo acaba de desvirtuar con muy buenos argumentos técnicos. (Ver blog)

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