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Analistas 27/10/2017

La pirámide pensional

Esta semana fue publicado el Índice Global de Pensiones de Melbourne de Mercer 2017 estudio que evalúa los sistemas pensionales de 30 países. Por primera vez se analizó el caso colombiano y la ubicación dentro del escalafón de nuestro país, supera a Argentina, Japón, Corea e incluso el atípico caso pensional de Estados Unidos. Con una calificación de 61,7 sobre 100, podemos concluir que Colombia tiene aspectos positivos frente a otros mercados, pero no debemos descuidar los riesgos y deficiencias inherentes del sistema.

Para entender el gran problema de la pirámide pensional de Colombia no se requiere de una especialización actuarial. La cuenta es de servilleta. La gente cada vez vive más, y los empleados que aportan los recursos a los fondos de pensiones cada vez lo hacen más irregularmente. Hay muchos independientes que cotizan sobre salarios bajos y sencillamente en algún momento no tendremos dinero suficiente para pagarle a todo el mundo. Se calcula que con el ritmo de vida y los aportes promedio, nuestro sistema pensional se va a ver totalmente desfinanciando en 15 años. La expectativa de vida al momento de llegar a la edad de pensión aumentó en los últimos 20 años en las mujeres (57 años) de 23,2 a 29,7 años y en los hombres (62 años) de 18 a 21,3 años y de la población que por edad sería elegible a recibir una pensión, tan solo 12% efectivamente termina recibiéndola.

Hoy en día, de los colombianos que logran recibir pensión, 96% está con Colpensiones y otros convenios de beneficio definido. El otro 4% está pensionado a través de fondos privados. Ese 96% de Colpensiones le representa al Estado colombiano 3,52% del PIB anual o 8,5% del Presupuesto General de la Nación. La tendencia solo tiende a incrementarse y no podemos mantenemos rígidos, con las fórmulas obsoletas de este sistema. En el grupo poblacional pequeño de los fondos privados, la pensión media que cada uno de estos jubilados espera recibir, es de dos salarios mínimos aproximadamente y representa una tasa de reemplazo de 30% del salario promedio cotizado. A medida que nos vamos acercando al agotamiento de la fórmula piramidal, los pensionados actuales ven mayores riesgos de un default en el sistema, eso sin entrar a hablar de quienes hasta ahora están intentando realizar los trámites para reclamar su primera pensión.

El debate debe ser serio para encontrar desde ya las soluciones que este gran problema del futuro a mediano plazo. Hay que buscar estructurar iniciativas de reforma e integración. El mundo ideal es un sistema sostenible fiscalmente y que se autofinancie. Esto requiere promover el ahorro en cada uno de los colombianos desde que ingresamos al mundo laboral. Cada generación va a ayudar a pagar las pensiones de las generaciones anteriores, igual como funciona en una pirámide. Sencillamente se necesita aumentar el origen de los flujos de financiación.

Otra variable que se debe revisar es la asimetría que hay de edades de jubilación entre hombres y mujeres. La mayoría de otros países en el estudio muestran una edad de jubilación igual, independiente del género. Es una alternativa a explorar, sabiendo que es un tema polémico y que requiere alto nivel de madurez en el desarrollo del debate. La próxima campaña presidencial debe necesariamente incluir este debate. Los diferentes candidatos deben mostrar a los votantes cual es la mejor propuesta. Alguien tendrá la fórmula para reestructurar la pirámide pensional.

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