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Analistas 28/12/2023

Medición desactualizada de productividad

Jorge Enrique Sáenz Castro
Asesor del DNP y profesor Esap

El anuncio del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, a través de su directora Piedad Urdinola, sobre los datos de la Productividad Total de los Factores (PTF) ha generado controversia y preocupación. La tradicional PTF reportó un valor negativo de 1% para el año presente, desencadenando inquietudes sobre el posible impacto en las negociaciones salariales para 2024.

No obstante, la directora buscó atenuar el tono pesimista al revelar que su equipo técnico había calculado la productividad factorial por hora y por trabajador, arrojando cifras de 0,76% y -0,7%, respectivamente. Este enfoque presenta la posibilidad de ajustar el salario mínimo teniendo en cuenta el crecimiento de la inflación y la PTF por hora, que muestra un saldo positivo, contrarrestando así la disminución general. A pesar de que esta propuesta parece ofrecer cierta flexibilidad, han surgido críticas en torno a la metodología Laklems utilizada para estos cálculos, señalando posibles vacíos técnicos.

Numerosos argumentos y discrepancias podrían encontrar justificación, pero desde mi perspectiva, persistimos en enfrascarnos en tecnicismos y olvidamos que la raíz del problema yace en la continua adhesión a la estimación tradicional de la Productividad Total de los Factores (PTF). Es decir, seguimos empleando la bien conocida función Cobb-Douglas, apoyándonos en la premisa de rendimientos decrecientes a escala. Este enfoque, en mi opinión, podría estar obstaculizando nuestra capacidad para capturar la auténtica dinámica de la productividad, exigiendo así una reconsideración inmediata que alinee la medición con la complejidad y la evolución de la economía actual.

La elección disonante de la función Cobb-Douglas para calcular la Productividad Total de los Factores (PTF) pone de manifiesto una brecha en la apreciación de la riqueza natural y territorial de Colombia. Al basarse en una función que presupone rendimientos decrecientes, se pasa por alto el potencial de aprovechar las economías de aglomeración y escalas presentes en la diversidad geográfica del país. La omisión de consideraciones territoriales más específicas en la medición de la PTF genera una evaluación sesgada que no refleja adecuadamente el verdadero alcance de los recursos y las oportunidades presentes en las distintas regiones.

Por lo tanto, la inclusión de economías de escala, aglomeraciones y un análisis geográfico más detallado en el cálculo de la Productividad Total de los Factores (PTF) no solo es esencial, sino también urgente para obtener una comprensión más completa y precisa del panorama económico colombiano. Al explorar el concepto de economías de escala, es crucial reconocer que el crecimiento empresarial no solo genera eficiencias notables, sino que también puede transformar positivamente sectores clave como la agricultura y la manufactura. La tradicional función Cobb-Douglas, al omitir la consideración de rendimientos crecientes a escala, subestima considerablemente el potencial de estas eficiencias para impulsar la productividad y, en última instancia, contribuir al desarrollo económico sostenible.

Un análisis geográfico detallado añade otra capa de complejidad y relevancia al cálculo de la PTF. Diferentes regiones de Colombia poseen características únicas que van desde recursos naturales hasta ventajas competitivas específicas. Ignorar estas disparidades territoriales limita la capacidad de la medición actual para capturar la verdadera diversidad de la economía colombiana. Además, la falta de consideración de las aglomeraciones económicas, donde la proximidad geográfica de las empresas puede generar sinergias y fomentar la innovación, perpetúa una visión simplificada que no refleja la realidad de la interconexión económica.

En consecuencia, resulta crucial avanzar hacia una inclusión más integral de variables como economías de escala, aglomeraciones y aspectos geográficos en el cálculo de la PTF. Este enfoque no solo representa un paso necesario, sino también estratégico, que proporcionaría una base más sólida para la toma de decisiones y la formulación de políticas económicas y salariales más alineadas con la complejidad y dinámica empresarial colombiana.

Al considerar las aglomeraciones en la ecuación, se reconoce la realidad de que la proximidad geográfica de las empresas puede generar sinergias valiosas. Sectores impulsados por la tecnología e innovación a menudo se benefician de la interconexión y el intercambio de conocimientos que ocurre en ubicaciones geográficas específicas. Excluir estas dinámicas de la evaluación de la PTF podría conducir a una subestimación del verdadero potencial de crecimiento.

Asimismo, la geografía desempeña un papel determinante en las condiciones económicas, ya que diferentes regiones poseen características únicas, desde recursos naturales hasta ventajas competitivas específicas. Ignorar estas disparidades territoriales al calcular la PTF perpetúa una visión simplificada de la economía que puede distorsionar la realidad económica de las diversas regiones.

En esta línea, ajustar el cálculo de la PTF para incorporar economías de escala, aglomeraciones y aspectos geográficos específicos proporcionaría una base más sólida para sugerir incrementos salariales más equitativos. Esta actualización, alineada con la realidad territorial, facilitaría una distribución más justa de los recursos y beneficios económicos, reflejando la diversidad y particularidades de cada región. Reconociendo las economías de escala, se podría abogar por aumentos salariales que reflejen con mayor precisión el verdadero rendimiento económico de las empresas, estableciendo así un sistema de ajuste salarial más equitativo y en consonancia con la realidad económica del país.

Por otra parte, el plan de desarrollo propuesto por el presidente Petro, titulado "Colombia Potencia Mundial de la Vida", no solo redefine el papel de la geografía y la organización territorial, sino que también destaca la necesidad de integrar de manera más integral los recursos naturales. El énfasis en el agua como motor de crecimiento sostenible sugiere un entendimiento profundo de la interconexión entre el medio ambiente y la economía. Esta perspectiva, alineada con los principios del desarrollo sostenible, desafía la rigidez de la función Cobb-Douglas y aboga por un enfoque más adaptativo y contextualizado.

Al proponer un cambio paradigmático en el ajuste salarial, se sugiere considerar no solo las tasas de inflación diferenciales por territorio, sino también las productividades adaptadas a la realidad territorial. Reintroducir los recursos naturales en esta ecuación no solo mejoraría la precisión de la estimación de la Productividad Total de los Factores (PTF), sino que también aseguraría una distribución más equitativa de los beneficios económicos en todas las regiones del país. Este enfoque consciente de las disparidades territoriales no solo aborda las diferencias económicas, sino que también reconoce la necesidad de estrategias personalizadas que se alineen con la diversidad geográfica y ambiental de Colombia. Estamos avanzando hacia la estimación de una productividad factorial con una perspectiva "verde", buscando ajustes salariales que sean justos y adecuados a la realidad colombiana, allanando el camino hacia un desarrollo auténticamente inclusivo y sostenible.

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